El miércoles por la noche, el parque de casas móviles Li’l Abner Mobile Home Park, en Sweetwater, se convirtió en el epicentro de una polémica que ha sacudido a la comunidad. Vivian Hernández, una cubana de 61 años, fue arrestada de manera violenta después de acudir a quejarse sobre las condiciones generadas por las demoliciones en la zona.
Del polvo al arresto
Todo comenzó cuando Vivian, una residente conocida por su carácter pacífico y educado, acudió a la oficina administrativa del parque para expresar su descontento por el polvo generado por las demoliciones. Pero lo que debía ser una queja rutinaria se transformó en un altercado que terminó con Vivian siendo inmovilizada y esposada por un agente, mientras ella exclamaba desde el suelo: “Yo no estoy haciendo nada, estás usando fuerza conmigo por gusto”.
El video del arresto, compartido en redes sociales y cadenas locales, muestra el momento en que Vivian es derribada al suelo, generando indignación entre vecinos y espectadores.
Protestas y voces de apoyo
El incidente no pasó desapercibido. Horas después, un grupo de residentes se reunió frente a la alcaldía de Sweetwater para exigir respuestas. Entre lágrimas, una vecina declaró: “No es justo que maltraten así a una señora pacífica. Podría ser la madre de cualquiera de nosotros”.
Otros vecinos también alzaron la voz contra lo que consideran un acto injustificado de violencia policial. “La maltrataron, la ultrajaron, no es justo”, dijo un residente visiblemente afectado.
¿Qué dice la policía?
Desde la oficina del alcalde José «Pepe» Díaz, se emitió un comunicado indicando que el arresto fue resultado de un altercado. Sin embargo, Álvaro Zabaleta, jefe de comunicación de la policía de Sweetwater, explicó que están revisando los videos para determinar si hubo uso excesivo de la fuerza.
Por su parte, el abogado de Vivian argumenta que las acusaciones de conducta inapropiada y resistencia al arresto son infundadas, ya que la visita de la residente había sido previamente pautada con la administración.
Una comunidad al borde del desalojo
Este incidente ocurre en un contexto de tensión creciente. Más de 900 familias enfrentan desalojos inminentes, ya que el cierre definitivo del parque está programado para mayo de 2025 tras la venta del terreno. Aunque la empresa propietaria ha ofrecido un paquete compensatorio de $14,000 para quienes abandonen antes de enero, muchos consideran esta suma insuficiente en un mercado inmobiliario cada vez más caro.
El caso de Vivian Hernández no es solo un episodio aislado; es un reflejo de la incertidumbre y la desesperación que enfrentan muchas familias en Sweetwater. Mientras las autoridades investigan lo ocurrido, la comunidad sigue unida, exigiendo justicia y buscando soluciones para un futuro que cada vez parece más incierto.