El mandatario cubano Miguel Díaz-Canel ha generado nuevamente controversia al presentar un discurso que parece alejado de la realidad que vive el pueblo de Cuba. En un episodio reciente de su podcast en YouTube, titulado “Desde la Presidencia”, el líder intentó transmitir optimismo asegurando que el país “ha seguido avanzando y creciendo”. Sin embargo, estas palabras se producen en un contexto de crisis económica extrema y con una audiencia que apenas alcanzó 32 me gusta y 300 visualizaciones en tres horas.
Crisis en cifras, soluciones ausentes
Durante el podcast, Díaz-Canel reconoció, aunque superficialmente, los estragos de la crisis. Mencionó los recientes apagones totales sufridos por el país en fechas clave como el 18 de octubre, 17 de noviembre y el pasado 4 de diciembre. También aludió a problemas crónicos como la falta de medicamentos, el deterioro en el transporte, la escasez de agua potable y la precariedad en los servicios básicos.
“Ya nadie desconoce ni subestima el peso de las necesidades actuales de nuestra economía”, declaró el mandatario, pero evitó ofrecer soluciones concretas o un cronograma que indique cómo se abordarán estos problemas.
La resistencia como bandera
En lugar de presentar estrategias tangibles, el mandatario se limitó a un discurso plagado de consignas. Aseguró que el pueblo cubano “batalla contra una guerra económica despiadada” y culpó nuevamente al embargo estadounidense por las dificultades del país: “En 65 años, el bloqueo nos ha impuesto hambre, necesidades y dificultades infinitas”.
A pesar de este enfoque reiterativo, el propio Díaz-Canel admitió que hay problemas internos que pueden resolverse y que “no tienen nada que ver con el bloqueo”. Sin embargo, no ahondó en cómo planea abordar estas deficiencias.
La solución: ¿Unidad en los barrios?
Según el mandatario, la clave para superar las adversidades radica en la “unidad” dentro de las comunidades. “Estoy convencido, y me lo ratifican las visitas a provincias, de que solo con unidad en los barrios y municipios es posible enfrentar muchos problemas que no tienen nada que ver con el bloqueo”, señaló.
No obstante, estas declaraciones contrastan con el descontento popular y las protestas espontáneas que se han convertido en una constante en la isla. La desconexión entre las palabras del mandatario y las experiencias diarias de los ciudadanos es evidente.
Contrastes en la vida personal
Mientras pide sacrificios al pueblo, la vida personal de Díaz-Canel y su entorno cercano genera indignación. Su hijastro, Manuel Anido, vive en Madrid rodeado de lujos junto a la actriz cubana Ana de Armas, mientras que sus nietas han nacido en hospitales fuera de la isla, cuyas identidades han sido cuidadosamente ocultadas.
Un gobierno desconectado
La participación de Díaz-Canel en este podcast estuvo acompañada por funcionarios como Yarobis Álvarez, director provincial de Educación de Artemisa, y Ana María Gallardo Caso, presidenta de la Asamblea Municipal de Bejucal, quienes compartieron sus experiencias en la recuperación de territorios afectados por cortes de luz y ciclones. Sin embargo, estos testimonios no aportaron soluciones significativas a los problemas estructurales del país.