La memoria de El Taiger, uno de los reguetoneros más icónicos de Cuba, sigue viva gracias a un emotivo gesto de su exmánager, Teresa Padrón. Recientemente, Teresa compartió un vistazo exclusivo de la capilla en el Cementerio de Colón, en La Habana, un espacio especialmente acondicionado para honrar la memoria del artista y su madre.
En sus historias de Instagram, Teresa dejó ver cómo avanza la transformación de la capilla, un lugar que promete ser un refugio para quienes desean rendir homenaje al reguetonero. Con paredes blancas y un ambiente cargado de significado, Teresa escribió: “Ya está casi lista tu casita, mi negro. Esto nadie te lo puede tocar. Siempre José”, dejando claro su compromiso con preservar la memoria de El Taiger.
Un lugar digno para la memoria de El Taiger y su madre
El espacio, cuidadosamente preparado, no es solo un lugar de descanso eterno, sino también un símbolo de respeto y amor. La intención es ofrecer un sitio digno donde amigos, familiares y seguidores puedan recordar al artista y su madre con admiración y cariño. Para Teresa, esta capilla es mucho más que una obra física; es un tributo a la conexión y el legado de El Taiger, algo que nadie podrá borrar.
Encuentros llenos de emoción
Durante su estancia en La Habana, Teresa también aprovechó para reencontrarse con la abuela de El Taiger, a quien describió como “una de las personas más fuertes que he conocido en mi vida, un alma linda con tremendo corazón”. Este momento, cargado de emoción, reafirma el fuerte vínculo que la exmánager mantiene con la familia del artista, incluso después de su partida.
Un compromiso que trasciende
El gesto de Teresa Padrón es un recordatorio del impacto que El Taiger dejó en quienes lo conocieron. Esta capilla no solo asegura un lugar de descanso eterno para él y su madre, sino que también se convierte en un espacio para que su legado continúe inspirando a sus seguidores.
La capilla en el Cementerio de Colón representa más que una obra arquitectónica; es un símbolo de la resiliencia, el amor y la dedicación hacia una figura que marcó el género urbano en Cuba. Teresa lo dijo claro: “Esto nadie te lo puede tocar”.