En Cuba, donde la crisis económica y los apagones son el pan de cada día, uno de los últimos escándalos no tiene que ver con la falta de comida o electricidad, sino con el nieto de Fidel Castro. Sandro Castro, un joven que parece disfrutar de una vida de lujo mientras millones de cubanos luchan por sobrevivir, ha decidido celebrar su cumpleaños en La Habana a lo grande, como si fuera un «joven revolucionario» con todas las comodidades del mundo. Y, claro, esto no ha pasado desapercibido para el régimen cubano, que ha desatado una feroz crítica contra él.
Pedro Jorge Velázquez rompe el silencio
El vocero oficialista Pedro Jorge Velázquez, conocido por su participación en el proyecto propagandístico «El Necio», ha decidido romper la ley del silencio que caracteriza a los medios cubanos. A través de un post en Facebook, Velázquez no solo criticó a Sandro Castro, sino que lo tildó de «burgués vanidoso». Según él, el nieto de Fidel está completamente alejado de los valores de la Revolución Cubana, lo que es irónico, considerando el lujo que rodea a figuras como Mariela y Antonio Castro, quienes también disfrutan de un estilo de vida nada modesto.
La clase dirigente y la «nueva burguesía»
Velázquez, en un acto que no deja de tener un toque de clasismo, excluye a Sandro Castro del círculo de los comunistas de «verdad». «Él no es de los nuestros», escribió, dejando claro que su vida de lujos lo aleja de la realidad de la mayoría de los cubanos, que sobreviven en la pobreza extrema. El vocero del régimen no solo ataca a Sandro por su estilo de vida, sino también por ser parte de una nueva clase burguesa que se ha formado bajo el apellido Castro. Para él, la culpa no es de Sandro, sino del apellido que lleva.
La hipocresía detrás de los ataques
Lo curioso de todo esto es que el propio Velázquez no ve el contraste entre lo que predica el régimen y lo que realmente viven los miembros de la élite gobernante. Mientras miles de cubanos huyen del país por la pobreza y la persecución política, los Castro siguen disfrutando de lujos, autos Mercedes Benz y mansiones. Y, por si fuera poco, Sandro Castro se dedica a compartir su vida de lujo en redes sociales, lo que enojó tanto a Velázquez como a otros miembros del Partido Comunista Cubano (PCC).
¿Qué opina la gente?
Los comentarios en el post de Velázquez son de lo más variados. Algunos se preguntan si Fidel Castro, si estuviera vivo, estaría de acuerdo con la forma en que su nieto vive. Otros cuestionan la fuente de los fondos que financian el bar de Sandro en La Habana, que parece estar en plena expansión mientras el resto del país lucha por sobrevivir. La polémica no es solo sobre el lujo de Sandro, sino sobre el sistema que permite esta doble moral.
La lucha de clases y la «nueva burguesía»
En su mensaje, Velázquez hace un llamado a «despreciar» la forma en que esta «nueva burguesía» se presenta al mundo, sin importar el apellido que lleve. Para el vocero del régimen, el problema no es la riqueza en sí, sino la hipocresía de aquellos que ostentan esa riqueza mientras la mayoría de la población cubana sigue atrapada en la miseria.
Un cumpleaños que no pasó desapercibido
Todo este revuelo comenzó por el evento de cumpleaños de Sandro Castro en su bar en el Vedado, uno de los barrios más exclusivos de La Habana. El evento fue promocionado como «el evento del año», y para asistir, los invitados debían vestir de blanco. Mientras tanto, Cuba sigue enfrentando horas interminables de apagones y una crisis que parece no tener fin. ¿Cómo puede alguien disfrutar de una vida tan opulenta en medio de tanto sufrimiento? Esa es la pregunta que muchos se están haciendo ahora.
En resumen, la polémica sobre Sandro Castro y su lujoso cumpleaños solo ha sacado a la luz las profundas divisiones dentro de la Cuba de hoy, donde el régimen y sus aliados continúan disfrutando de una vida de privilegios, mientras el pueblo se enfrenta a la pobreza y la desesperación.