El 29 de enero de 2024, la noticia de la muerte de Manuel de Jesús Guillén Esplugas, un joven preso político de 29 años, conmocionó a Cuba y al mundo. Según su madre, Dania María Esplugas Falcó, la versión oficial que afirmaba que Manuel se había suicidado en prisión no es más que una mentira. En un emotivo testimonio, ella acusa directamente a las autoridades cubanas de asesinar a su hijo, quien perdió la vida bajo condiciones de tortura en la prisión Combinado del Este, en La Habana.
«Lo mataron a golpes, lo torturaron sin piedad»
En una entrevista con Martí Noticias, la madre de Manuel relató con dolor los detalles de lo que ella cree que fue una ejecución encubierta. “Lo mataron a golpes, lo torturaron, le rompieron el tabique, lo ahorcaron con un cinto de zambrán, lo pisaron… le dieron tantos golpes que le levantaron el pulmón, por eso se murió asfixiado”, detalló, visiblemente afectada. Este brutal testimonio pinta un cuadro sombrío de cómo el joven habría sufrido hasta la muerte, a pesar de su valentía frente a los verdugos.
Según su madre, Manuel estaba recluido en una celda de castigo, acusado de intentar escapar de la prisión. Sin embargo, su crimen, según Dania, fue no doblegarse ante la presión de la Seguridad del Estado, quienes insistían en reclutarlo como colaborador. “Él se negó a hablar, se negó a cambiarse para ellos, por eso lo mataron”, afirmó.
Un caso de tortura y encubrimiento
El caso de Manuel Guillén Esplugas ha desatado una ola de indignación y dolor. Familiares de la víctima compartieron imágenes de su cuerpo, mostrando lesiones evidentes en la cabeza, el cuello y la espalda, pruebas irrefutables de que su muerte no fue accidental, sino el resultado de una tortura sistemática. A pesar de la evidente represión, el régimen cubano intentó encubrir el crimen, sin ofrecer respuestas claras o justas a los familiares. El informe oficial, sin una autopsia autorizada por la madre, señaló que la causa de su muerte fue asfixia.
Dania María Esplugas Falcó, llena de rabia y dolor, hizo un llamado al mundo: «Quiero justicia por la muerte de mi hijo. Fue un gran muchacho. Para mí es el pequeño gigante más grande del mundo, ese es mi niño pequeño», expresó, destacando la necesidad de que las madres de presos políticos y comunes se levanten y denuncien los abusos cometidos por el régimen.
La lucha por justicia y la memoria de Manuel
Manuel de Jesús Guillén Esplugas era miembro de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU) y un defensor del proyecto Cuba Decide. Su muerte ha abierto un debate sobre la represión y la impunidad del régimen cubano, dejando en evidencia cómo el sistema busca silenciar a aquellos que luchan por la libertad y los derechos humanos en la isla. Los familiares y amigos de Guillén Esplugas han hecho un llamado a la comunidad internacional a no olvidar su nombre y a exigir justicia.
El caso de Manuel es solo uno más en una larga lista de injusticias que siguen ocurriendo en Cuba. Mientras tanto, su madre se mantiene firme en su lucha por la verdad y el reconocimiento de lo que le hicieron a su hijo. Este caso resuena como un grito de dolor, pero también de resistencia, y sirve como un recordatorio de la lucha constante de los cubanos por sus derechos y por la justicia.