Morón, en la provincia cubana de Ciego de Ávila, vive momentos de incertidumbre tras la desaparición de Heriberto Llánez García, un anciano que lleva ya 22 días sin dar señales de vida. Su familia no ha parado ni un segundo de buscarlo, enfrentándose a una montaña rusa de emociones en cada nueva pista.
Yamilka Llánez Villanueva, su hija, ha recurrido a todos los medios posibles para encontrarlo. A través de su perfil de Facebook, relató cómo un joven de Minas, Camagüey, aseguró haberlo visto. Este chico incluso se comprometió a buscarlo nuevamente, retratarlo y enviarle una foto para confirmar si se trataba de Heriberto. Aunque la esperanza es lo último que se pierde, la espera sigue siendo desgarradora.
La Policía y la incertidumbre
En su publicación, Yamilka expresó que la Policía local le pidió esperar hasta el día siguiente para avanzar con la información que podría aportar el joven. Mientras tanto, los días siguen sumando y la incertidumbre pesa cada vez más. “Hoy hace 22 días”, comentó con evidente dolor.
La desesperación ha llevado a la familia a pedir algo tan simple como efectivo: si alguien cree haber visto a Heriberto, que le tome una foto y la envíe. Pero incluso esto no ha estado exento de frustraciones. En varias ocasiones, se han desplazado rápidamente hacia lugares donde supuestamente lo habían visto, solo para descubrir que no era él.
Una familia que no se rinde
Desde que Heriberto desapareció aquel 11 de noviembre, su familia no ha descansado. Yamilka, en un acto de amor y desesperación, llegó incluso a ofrecer una recompensa a quien lo encuentre. Esta decisión muestra la profundidad de su preocupación y la necesidad de dar con su paradero cuanto antes.
La comunidad ha mostrado apoyo, pero la angustia sigue presente. Mientras tanto, Yamilka sigue buscando y esperando que algún detalle, por pequeño que sea, les permita reunir nuevamente a la familia.
¿Cómo ayudar?
Si estás en la zona de Morón o Minas y crees haber visto a Heriberto, no dudes en fotografiarlo y comunicarte con su familia. Cada pista es crucial en momentos como estos.
Esta historia no solo nos recuerda la fragilidad de nuestras vidas, sino también la fortaleza que nace de la esperanza y el amor por los nuestros.