En medio de la severa crisis económica que atraviesa Cuba, la reciente celebración del cumpleaños de Sandro Castro, nieto del fallecido dictador Fidel Castro, ha generado una ola de indignación y críticas en redes sociales. La opulencia de la fiesta organizada por Sandro contrasta drásticamente con la realidad que enfrenta el pueblo cubano.
Un video para «aclarar malentendidos»
Ante la ola de comentarios negativos, Sandro Castro publicó un video en su cuenta de Instagram donde intentó justificar su fiesta, que tuvo lugar en su bar privado y contó con la presencia de artistas reconocidos y vinos espumosos gratuitos para los asistentes. “Lo que quiero dejar claro para que nadie esté confundido es que yo estoy celebrando mi cumpleaños como un joven cubano revolucionario con todos mis derechos, en mi lugar, en mi negocio, en el cual todo está en el margen de la legalidad siempre, y habrá un ambiente sano”, declaró Sandro desde el interior de un auto moderno.
Sandro también señaló que «estaba en todo su derecho» de celebrar su vida y concluyó invitando a quienes quisieran asistir a su evento: «Estoy siempre con mi país, con mi patria y bueno, todos los que quieran asistir pues ya saben, están invitados mientras tengamos capacidad».
Precios que desafían la realidad cubana
Según informó el medio ADN Cuba, los asistentes debían pagar un «cover» vía transferencia de 1500 pesos cubanos, mientras que las mesas requerían un consumo mínimo de 10 mil pesos para reservarse. Estos costos han incrementado notablemente en comparación con eventos anteriores. Como referencia, el salario mínimo en Cuba es de apenas 2100 pesos, lo que equivale a poco más de seis dólares según el tipo de cambio informal.
Entre los artistas confirmados para amenizar el evento estuvieron los músicos urbanos Mawell, Payaso x Ley, Diván y July Roby. Aunque sus managers confirmaron la participación, aclararon que no aparecerían en la publicidad oficial del evento.
Además, se prometió un cóctel de bienvenida, cerveza Cristal, shots de tequila para las primeras 20 mujeres y «vino espumoso gratis para todos».
Las críticas no se hicieron esperar
Los usuarios de redes sociales reaccionaron con furia a las declaraciones y acciones de Sandro Castro. Algunos de los comentarios más destacados incluyeron: “Me alegro que un joven revolucionario y comunista pueda celebrar su cumpleaños en su bar privado y capitalista sin ser molestado por el pueblo hambriento y oprimido” y “Negocio que abriste con el dinero del pueblo”.
Otros usuarios cuestionaron el tono del video y la aparente falta de empatía del nieto del dictador: “Sandro, ¿cuántos jóvenes comunes y revolucionarios tienen un bar, un carro moderno y propiedades? Eres un cara dura”.
La defensa del «organizador del año»
El escándalo se intensificó tras la publicación de otro video, esta vez de Carlucho Verde, quien se identificó como el organizador del evento y también intentó calmar los ánimos. Carlucho afirmó que “quería aclarar a todas las personas que se han sentido ofendidas o dañadas por la promoción, que no había sido la intención de ellos”.
En su intervención, realizada mientras bebía, Carlucho declaró que habían escogido «el lugar más humilde que puede haber en Cuba, el EFE, porque Sandro es el dueño del negocio”. Para cerrar su discurso, proclamó: «Apoyamos mucho la Revolución. ¡Viva Canel, viva la Revolución, viva Cuba!»
Un contraste alarmante
La organización del «fiestón» de Sandro Castro ocurre en un momento en que Cuba enfrenta apagones generalizados, escasez de alimentos y llamados a la austeridad por parte del gobierno comunista. Muchos ven la ostentación del evento como una burla a las privaciones que vive el pueblo cubano.
La familia Castro ha estado en el centro de varios escándalos recientes, como el noviazgo de la actriz Ana de Armas con Manuel Anido Cuesta, hijastro del presidente Miguel Díaz-Canel. Anido Cuesta, quien ha sido visto cenando en lujosos restaurantes de Europa, también ha sido objeto de críticas por su asociación con el régimen.
Mientras algunos defienden el derecho de Sandro a celebrar su cumpleaños, otros consideran que su actitud refleja la desconexión de la élite gobernante con la realidad del pueblo cubano. En cualquier caso, esta celebración ha puesto nuevamente bajo el foco público las desigualdades y tensiones que definen la Cuba actual.