La reciente incautación de un camión de Suministros Agropecuarios, interceptado en la autopista con 79 cilindros de gas licuado ilegales, ha generado una fuerte reacción en redes sociales. Este vehículo, perteneciente al municipio pinareño Los Palacios, fue detenido por la policía, según informó Alberto Roque Ramos, un creador digital alineado con el oficialismo.
Un cuestionamiento al abuso de poder
“¿Cuánto se ganaba este hombre a costilla del pueblo? Como está la cosa con el gas licuado. Ahora a responder ante las autoridades”, cuestionó Roque Ramos en su publicación de Facebook. Sin embargo, más allá de este comentario, ni Cubadebate ni otras fuentes oficiales han ofrecido detalles adicionales sobre las circunstancias del hecho o los responsables del presunto contrabando.
Escasez crítica de gas licuado en Cuba
Este incidente ocurre en un contexto de grave escasez de gas licuado del petróleo (GLP), un recurso vital para la cocción de alimentos en los hogares cubanos, especialmente ante los frecuentes apagones que limitan el uso de electrodomésticos. En plataformas como Revolico, se reportó recientemente que el precio de una bala de gas ascendía a 45,000 pesos cubanos (CUP), llegando incluso a 60,000 CUP si el comprador deseaba obtener también los documentos del contrato.
A finales de octubre, la llegada de un buque con 9,377 toneladas de GLP a la refinería “Hermanos Díaz” en Santiago de Cuba permitió reanudar la distribución del producto, aunque las autoridades admitieron que esta entrega no cubrirá la alta demanda acumulada.
Impacto de la crisis en los hogares cubanos
Irenaldo Pérez Cardoso, director adjunto de la Unión Cuba-Petróleo (CUPET), explicó que las demoras en la entrega de GLP se deben a las complicaciones en los pagos internacionales derivadas de las sanciones económicas impuestas por Estados Unidos. “Ahora se exige el pago del 100 % antes de la descarga, lo que incrementa los costos de flete y genera retrasos”, explicó Pérez Cardoso a Cubadebate.
Estas dificultades han afectado a una parte significativa de los 1.7 millones de clientes registrados. En La Habana, Artemisa y Mayabeque, aproximadamente el 20 % de los consumidores no logró acceder al servicio, mientras que en el resto del país la cifra aumentó al 63 %, dejando a más de 735,000 clientes sin suministro.
Medidas para mitigar el impacto
Para enfrentar el desabastecimiento, las autoridades priorizarán a los consumidores que no recibieron GLP en el ciclo anterior. En provincias como La Habana, Mayabeque y Artemisa, el producto se distribuirá exclusivamente a estos clientes durante los primeros cuatro días, mientras que en el resto del país este proceso se extenderá a cinco días.
Sin embargo, estas medidas son insuficientes para cubrir la demanda acumulada. La cobertura estimada con la entrega actual es de apenas 17 a 20 días, lo que obliga a las autoridades a reorganizar los ciclos de distribución y a priorizar a los hogares más vulnerables.