Imagina que tienes todo listo para tu viaje: maletas hechas, pasaporte en mano y el sueño de cruzar fronteras. Pero, sorpresa, ¡la ONAT dice que no te vas a ningún lado! Así es, más de 1,300 cubanos en Holguín están viviendo esta pesadilla por estar en la lista negra de la Oficina Nacional de Administración Tributaria (ONAT).
Según Jorge Félix Pérez Marrero, director provincial de la ONAT en Holguín, esta medida forma parte de una estrategia para poner freno a la evasión fiscal. ¿El objetivo? Que nadie abandone el país sin haber liquidado sus deudas tributarias. Aunque suene duro, Pérez Marrero insiste en que esto no solo recupera fondos para los gastos sociales, sino que también busca acabar con la impunidad fiscal que se ha instalado en la isla.
¿Responsabilidad ciudadana o control excesivo?
Por supuesto, esta regulación migratoria ha desatado una tormenta de opiniones. Por un lado, algunos dicen que es una forma efectiva de reforzar la responsabilidad ciudadana; después de todo, si debes algo, lo justo es pagarlo, ¿no? Pero en el otro lado del ring están quienes ven esto como otra medida restrictiva en medio de una crisis económica y migratoria sin precedentes en Cuba.
Y hay precedentes que lo respaldan: en octubre de 2023, la ONAT impidió la salida de un contribuyente que debía nada menos que nueve millones de pesos. ¡Sí, leíste bien! Nueve millones. Según el periódico oficialista Escambray, esto es perfectamente legal y necesario para garantizar que nadie escape de sus responsabilidades fiscales.
¿Cómo se aplica esta medida?
Desde septiembre del mismo año, las autoridades anunciaron que cualquier persona con deudas pendientes con la ONAT sería regulada migratoriamente hasta saldar sus cuentas. Esto no es algo exclusivo de Holguín; en Sancti Spíritus, por ejemplo, en abril de 2024 se reportó que 200 personas habían sido bloqueadas por declarar ingresos menores a los que realmente recibían. Sin embargo, aquí surge la gran pregunta: ¿cómo saben con certeza que alguien está mintiendo? Hasta ahora, no hay detalles claros al respecto.
¿Qué podemos esperar?
Está claro que la lista negra de la ONAT está cambiando las reglas del juego. Para algunos, esta es una medida justa y necesaria para proteger las arcas del Estado; para otros, una muestra más del control que el gobierno ejerce sobre la población. Lo que sí es cierto es que, si tienes planes de viajar, más vale que revises tus cuentas antes de enfrentarte a esta nueva barrera.
¿Tú qué opinas? ¿Es una medida justa o un control excesivo? ¡Déjanos tu comentario!