El mundo de la música cubana está en llamas, y no precisamente por un nuevo hit. Esta vez, la rapera Telmary Díaz, conocida por sus colaboraciones con Interactivo y Free Hole Negro, se enfrenta a una denuncia bastante seria. ¿El motivo? Una filtración en su apartamento en La Habana que, según su vecina, está causando un desastre en más de un sentido.
Moraima Quiñones Leand, de 61 años, decidió dejar de sufrir en silencio y llevar su historia a las redes sociales. Según Moraima, la filtración proveniente del apartamento de Telmary no solo ha arruinado su hogar, sino también su salud. Cansada de esperar soluciones, contrató un abogado y llevó el caso al Tribunal en marzo pasado. ¿La respuesta? Silencio absoluto.
¿Qué dice Moraima?
La vecina afectada asegura que Telmary rara vez está en Cuba. Según Moraima, la cantante alquila su apartamento a extranjeros que, para colmo, tampoco se responsabilizan por los daños. «Ella viene, recoge su pacotilla y se va casi al otro día», escribió en Facebook. Por si fuera poco, el Tribunal ha intentado entregarle una citación dos veces, pero parece que nadie les abre la puerta.
Los efectos de la filtración no son solo estructurales. Moraima asegura que esto le ha provocado problemas de salud graves: caída de cabello, irritación constante y un nivel de estrés que la llevó a cortarse el pelo. «Los medicamentos están perdidos, y yo estoy perdiendo la paciencia», añadió.
«Ella goza, yo sufro»
En su denuncia, Moraima no escatimó en palabras para describir la situación. “Telmary disfruta del dinero y la vida capitalista, pero yo vivo en Cuba”, afirmó, dejando claro su frustración por lo que considera una falta de responsabilidad de la artista. Además de la filtración, Moraima mencionó otras molestias: golpes, música alta a altas horas de la noche y un constante “arrastrar de muebles”.
Para la mujer de 61 años, esta situación le ha robado la tranquilidad que esperaba disfrutar en su vejez. «Solo quiero que arregle lo que hizo, ¿será tan difícil?», pregunta, señalando que las filtraciones provienen de una remodelación hecha por Telmary.
¿Qué pasará ahora?
El caso está en manos de la justicia cubana, pero Moraima no es optimista. Con la fama y el poder que rodean a Telmary Díaz, ¿se hará justicia? La vecina insiste en que no busca guerra, solo quiere recuperar su calidad de vida. Mientras tanto, el silencio de Telmary solo alimenta el fuego de este polémico caso.
¿Qué opinas tú? ¿Crees que las figuras públicas deberían ser más responsables con sus propiedades en su país de origen? Déjanos tus comentarios abajo.
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