Cuando se trata de conquistar a una mujer cubana, no hay manual definitivo… o al menos eso creíamos hasta que llegó Carlos, un joven canario en TikTok, con su lista de reglas para no fracasar en el intento. En un video que se ha hecho viral, Carlos comparte con humor y mucha autenticidad tres consejos básicos que todo aspirante debe seguir si quiere triunfar en el amor caribeño.
Primero lo primero: olvídate de ganar una discusión. Según Carlos, intentar ganar un debate con una cubana es una misión condenada al fracaso. “No hay nadie en este mundo que lo haya logrado”, asegura con una mezcla de resignación y risa. Así que, si estás pensando en enfrentarte a una, mejor respira profundo, sonríe y acepta que la última palabra no será tuya.
Segundo: el baile no es negociable. «Tienes que bailar, te guste o no», advierte con seriedad cómica. Para las cubanas, el ritmo corre por las venas, y no importa si eres un novato con dos pies izquierdos. Lo importante, según Carlos, es que le pongas ganas e ilusión. Porque, en palabras de su pareja, moverse al ritmo de la música es un básico que no se puede ignorar.
Y tercero, pero no menos importante: seguridad y decisión. Aquí no hay espacio para la duda. Carlos explica que si dices que A es A, no puedes retractarte y decir que es B. Esa indecisión te hundirá antes de empezar. «Para las cubanas, dudar simplemente no cabe en su esquema mental», bromea.
El video, cargado de humor y una pizca de verdad, ha acumulado miles de reproducciones, generando comentarios de todo tipo. Algunos lo ven como una representación exagerada pero divertida de la cultura cubana, mientras que otros destacan la relación llena de química que Carlos tiene con su pareja, Rosemary Horta.
Más allá de los consejos, lo que realmente engancha del video es la forma en que combina humor, sinceridad y un toque cultural. Si alguna vez te has preguntado cómo entrar en el corazón de una cubana (¡o sobrevivir a una relación con una!), estos consejos son el punto de partida perfecto. Eso sí, prepárate para bailar como nunca y dejar tu orgullo de lado en las discusiones. ¡El amor tropical tiene sus reglas!