Más de un mes después del paso del huracán Oscar por el municipio de Imías, en la provincia de Guantánamo, decenas de familias continúan enfrentando condiciones extremas de vida. Alojados en casas de campaña instaladas en el antiguo aeropuerto local, los damnificados esperan la reconstrucción de sus hogares mientras luchan por cubrir sus necesidades básicas.
Supervivencia en condiciones adversas
El campamento temporal está ubicado en una zona rodeada de montañas, donde el suelo de tierra roja y las carpas improvisadas apenas ofrecen protección contra los elementos. En este lugar, se están construyendo viviendas de madera para los afectados, pero los avances han sido lentos. A pesar de las dificultades, las familias intentan mantener la esperanza mientras enfrentan esta difícil transición.
Solidaridad en acción
El activista Daniel Ross Diéguez, quien lidera una iniciativa de apoyo a estas familias, ha compartido en redes sociales imágenes del campamento, mostrando las precarias condiciones en las que viven, incluidos varios niños. Ross también ha agradecido las donaciones recibidas tanto de cubanos dentro como fuera del país. “Gracias a todos los que siguen mandando donaciones a estas familias que lo perdieron todo”, escribió en Facebook, destacando que los recursos entregados incluyen alimentos, ropa y otros artículos esenciales.
El impacto del huracán Oscar
El huracán Oscar golpeó con fuerza el 21 de octubre, causando el desbordamiento del río Pozanco y devastando comunidades como Yacabo Abajo y El Rincón. Las intensas lluvias y deslizamientos obligaron a los residentes a buscar refugio en el aeropuerto local, considerado el lugar más seguro tras el desastre.
Reconstrucción lenta y desafiante
Las autoridades han proyectado la construcción de 30 viviendas para las familias afectadas, pero el avance ha sido obstaculizado por la escasez de materiales como madera y cemento. Hasta ahora, solo tres casas están en proceso de ser techadas y entabladas, según reportó el periódico local Venceremos. Aunque se espera que las primeras 15 viviendas estén listas en las próximas semanas, la lentitud de las obras refleja las dificultades recurrentes en la isla para enfrentar emergencias de esta magnitud.
Diseños mixtos para un nuevo comienzo
Las viviendas serán construidas con un diseño mixto de bloques y madera, utilizando materiales provenientes de otras provincias. Sin embargo, la desconfianza entre la población persiste, ya que muchos recuerdan casos anteriores donde los damnificados por huracanes pasaron años esperando una solución habitacional.