En un movimiento inesperado, el régimen cubano ha cesado a Rogelio Polanco Fuentes, quien ocupaba el cargo de Jefe Ideológico del Partido Comunista de Cuba (PCC), para designarlo como embajador en Vietnam. Esta maniobra ha sorprendido a muchos, especialmente porque no ha sido acompañada de explicaciones por parte del gobernante Miguel Díaz-Canel, primer secretario del PCC.
El anuncio se hizo público a través de un comunicado oficial en el que se informó que Polanco Fuentes había presentado sus credenciales diplomáticas ante Vu Hoang Yen, subdirectora adjunta del Departamento de Protocolo de la Cancillería vietnamita. Por su parte, Polanco utilizó sus redes sociales para expresar su entusiasmo por esta nueva misión, destacando la importancia de profundizar las relaciones históricas entre Cuba y Vietnam. “Honrado de presentar copias de estilo como embajador designado… Reiteré la voluntad de continuar fortaleciendo nuestra entrañable hermandad y relaciones diplomáticas”, escribió.
El perfil de un cuadro político clave
Licenciado en Relaciones Políticas Internacionales, Polanco inició su carrera en el Ministerio de Relaciones Exteriores (MINREX). Ha ocupado diversos cargos destacados, incluyendo la dirección del periódico oficialista Juventud Rebelde durante 12 años y la embajada en Venezuela por una década. A su regreso a Cuba, fue designado rector del Instituto Superior de Relaciones Internacionales “Raúl Roa García” y, en 2021, asumía un rol crucial como jefe del Departamento Ideológico del PCC.
En este cargo, Polanco se convirtió en uno de los principales arquitectos de la narrativa oficial del régimen, promoviendo conceptos como la “continuidad” en el traspaso de poder de Raúl Castro a Díaz-Canel. De sus oficinas emanaron campañas propagandísticas como “resistencia creativa” y etiquetas como “Cuba es amor” y “Cuba avanza y les duele”, diseñadas para reforzar el discurso oficialista.
Una narrativa desgastada
Sin embargo, los esfuerzos de Polanco no lograron revertir la creciente desconexión entre el gobierno y la población. Con la prensa oficialista en sus horas más bajas y el discurso gubernamental perdiendo credibilidad, su gestión al frente del Departamento Ideológico quedó marcada por el fracaso en contener la influencia de las redes sociales y el descontento popular.
En 2022, Polanco habló de la necesidad de una “regeneración del alma del país”, enfocándose en fortalecer valores éticos y morales ante lo que describió como un “bombardeo nocivo en las redes sociales”. Estas declaraciones se dieron en un contexto de protestas masivas como las del 11 de julio de 2021 (11J), que evidenciaron el descontento generalizado y el colapso de la narrativa oficialista.
En 2023, en uno de sus últimos intentos por defender la postura del gobierno, Polanco hizo un llamado a “arrebatar las redes sociales al enemigo”, comparándolo con las estrategias de lucha de los mambises y el Ejército Rebelde. Sin embargo, estas iniciativas fueron vistas como poco efectivas frente a una realidad que ya no podía ser maquillada por la propaganda.
Un nuevo destino diplomático
Con su traslado a Vietnam, Polanco parece alejarse de los reflectores nacionales y del desgaste que implica lidiar con la maquinaria propagandística del PCC. En su nueva posición, se espera que gestione relaciones bilaterales, incluyendo donaciones de arroz y proyectos de cooperación, en un intento por mantener viva la alianza entre ambos países.
Interrogantes sin respuesta
Por ahora, el régimen no ha anunciado quién ocupará el cargo de jefe ideológico, dejando un vacío en la dirección de una de las áreas clave del Partido Comunista. Este movimiento plantea preguntas sobre el futuro de la propaganda oficialista en un contexto de crisis política y económica sin precedentes.
Mientras tanto, el cambio de Polanco Fuentes representa un capítulo más en el deterioro de un sistema que lucha por mantener el control narrativo en medio de un creciente escepticismo popular.