En tiempos de crisis, la solidaridad puede marcar la diferencia entre el abandono y la esperanza. Eso fue lo que demostró un grupo de cubanos, encabezado por el activista Norge Ernesto Díaz Blak, conocido como Noly Black, al reunir fondos para comprarle una casa a una madre que vivía en extrema pobreza en Banes, Holguín.
Un cambio de vida con el apoyo de muchos
La joven madre y su familia habitaban en una estructura que apenas podía llamarse hogar: sin paredes ni servicios básicos, luchaban cada día contra la adversidad. Gracias a la recaudación colectiva liderada por Noly Black, lograron adquirir una vivienda por 200,000 pesos, un cambio radical en las condiciones de vida de esta familia.
En un emotivo video compartido en Facebook, Black agradeció a todas las personas que hicieron posible este gesto. “Gracias a todas esas personas lindas que me ayudaron a ayudar a esta joven del municipio de Banes. Estoy agradecido con todos ustedes”, expresó mientras entregaba la casa a su nueva propietaria.
La beneficiaria, emocionada hasta las lágrimas, también compartió su gratitud: “Gracias, muchas gracias por la casa que me dieron. Se lo agradezco a todos ustedes, con todo mi corazón”.
La historia detrás del gesto
Esta no es solo una historia de pobreza superada; es también un reflejo de las luchas diarias de los más vulnerables en Cuba. La joven madre reveló que su hija padece microcefalia, parálisis cerebral y convulsiones, lo que hace su situación aún más compleja.
Antes de este gesto solidario, la familia vivía en condiciones deplorables. Apenas contaban con un techo, mucho menos con paredes o mobiliario básico. La ayuda de la comunidad no solo les dio un lugar digno para vivir, sino también un rayo de esperanza en un entorno marcado por la crisis.
Un país en lucha contra la pobreza extrema
El caso de esta familia no es aislado. Según un informe del Observatorio Cubano de Derechos Humanos, el 89% de las familias cubanas vive en pobreza extrema, un aumento alarmante respecto a años anteriores. Además, UNICEF ha alertado sobre la pobreza alimentaria que afecta al 9% de los niños cubanos, quienes carecen de acceso a alimentos esenciales para una vida saludable.
La fuerza de la empatía
Lo que hicieron Noly Black y quienes colaboraron con él es un recordatorio poderoso de que, incluso en los momentos más difíciles, la empatía puede transformar vidas. Este gesto no solo mejoró la vida de una familia, sino que también inspira a otros a tender una mano a quienes más lo necesitan.
En un país donde las cifras de pobreza son desalentadoras, acciones como esta nos recuerdan que la solidaridad puede ser el refugio más valioso.