La escasez de carne de pollo en Holguín ha generado una situación crítica para los residentes, quienes enfrentan largas colas y precios desorbitados para adquirir esta fuente de proteína esencial. Esta crisis, agravada por factores económicos y logísticos, ha convertido el acceso al pollo en un lujo inalcanzable para muchos.
Desabastecimiento generalizado
“Desde el domingo no había pollo en ninguna parte, ni en el mercado Los Chinos, ni en ninguna mipyme”, afirma Luisa Mendoza, una residente de Holguín que ha visto cómo el déficit de este alimento básico se ha intensificado. Las largas horas de espera son comunes. Daniel Méndez, otro holguinero, relata: “Estamos esperando el pollo desde esta mañana, pero no acaba de llegar”. Este testimonio es reflejo de una realidad extendida en la ciudad.
El alza imparable de los precios
Hasta hace poco, la oferta de pollo en Holguín permitía mantener precios accesibles, pero la situación ha cambiado rápidamente. Mientras que hace unas semanas la libra costaba 310 pesos, hoy se vende por hasta 400 pesos o más, según testimonios de los compradores. “La semana pasada compré el paquete de 10 libras por 4,200 pesos. ¡Cómo ha subido el precio del pollo!”, exclama Rafaela Paredes.
La especulación también ha llevado a precios exorbitantes para productos de menor calidad. Bruno César Molina comenta: “En el mercado Los Chinos vi un paquete de pollo de 10 libras por 5,000 pesos, y ni siquiera era muslo con contramuslo; era solo muslo”.
Causas de la escasez
La falta de pollo ha llevado a la población a especular sobre las razones detrás de esta crisis. Ladislao Contreras, un residente, sugiere que “los dueños de las mipymes lo guardan como estrategia de mercado para venderlo más caro”. Por otro lado, Emiliano Acosta atribuye la escasez a las pérdidas provocadas por los apagones prolongados de septiembre y octubre, que habrían dañado grandes cantidades de mercancía debido a la falta de refrigeración.
Racionamiento y comercialización combinada
En un esfuerzo por garantizar el acceso equitativo, algunos vendedores han impuesto límites en las compras. Lázaro, responsable de una mipyme, explicó: “Una sola persona quería todo el pollo y pagaba en efectivo, pero para que todos alcanzaran, decidí vender solo dos paquetes por persona”. Esta medida, aunque bien intencionada, no resuelve la falta de suministro.
Sin embargo, otras mipymes han aprovechado la escasez para imponer condiciones de compra menos favorables. Ángel Ponce relata: “El paquete de 10 libras costaba 3,125 pesos, pero ahora tuve que pagarlo a 3,800 porque lo venden con un paquete de galletas”. Esta práctica, conocida como “convoyar”, ha sido duramente criticada por los consumidores.
El impacto político y las perspectivas futuras
Algunos residentes temen que la situación empeore con el regreso de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos en enero de 2025. Saúl Gallardo opina: “Cuando Trump coja el mando, será peor porque no dejará que sigan mandando pollo de Estados Unidos para Cuba”. Estas preocupaciones se suman a la incertidumbre económica generalizada.
Adaptación a la crisis
La escasez también ha obligado a los holguineros a buscar soluciones creativas. Jesús Vargas comparte su estrategia: “La caja de 33 libras de pollo la vamos a comprar entre tres personas porque no puedo arriesgarme a que se pierda por un apagón”. Esta opción permite a los consumidores mitigar las pérdidas en un contexto de cortes eléctricos prolongados.