El caso de Damián Valdés Galloso, acusado de asesinar al reconocido cantante José Manuel Carvajal Alcívar, conocido como El Taiger, ha generado un intenso debate en Cuba y más allá de sus fronteras. A medida que emergen nuevos detalles, la opinión pública se polariza, y las interpretaciones legales del caso ocupan titulares.
El análisis de Sabino Jáuregui
En una entrevista reciente con Cuba Urbano Noticias, el exfiscal estadounidense y abogado defensor Sabino Jáuregui compartió un análisis profundo del caso. Según Jáuregui, la liberación de Valdés podría ser una posibilidad, dependiendo de cómo se estructuren las pruebas y argumentos en el juicio.
Jáuregui describió la situación como extremadamente compleja. De acuerdo con los videos presentados como evidencia, El Taiger llegó a la casa de Valdés a las 4 a.m., un horario inusual para una visita. En las imágenes, el cantante aparece en el jardín de la propiedad, sosteniendo lo que parece ser un teléfono móvil encendido. Este detalle sugiere que podría haber estado haciendo una llamada o utilizándolo momentos antes. “Si ves el teléfono encendido en su mano, podrías interpretar que estaba intentando llamar”, comentó el abogado.
Una posible percepción de amenaza
Según Jáuregui, la presencia de El Taiger en una propiedad privada, en plena oscuridad, pudo ser percibida por Valdés como una amenaza. “Es importante analizar si existieron comunicaciones previas entre ellos o algún conflicto que pudiera justificar la reacción de Valdés”, indicó. Además, el abogado sugirió que factores como problemas relacionados con drogas, dinero o relaciones personales podrían haber influido en el incidente.
No obstante, también enfatizó que la simple presencia del cantante en el jardín no sería suficiente para justificar un disparo mortal. “Para alegar defensa propia, debe demostrarse un temor razonable de muerte o de sufrir un daño físico grave”, explicó. En este contexto, el hecho de que El Taiger estuviera desarmado podría debilitar la postura de la defensa.
La confusión con un arma: ¿defensa válida?
Un aspecto clave en el caso, según Jáuregui, es la posibilidad de que Valdés confundiera el teléfono móvil de El Taiger con un arma. “Si Valdés pensó que su vida estaba en peligro, podría argumentarse como una defensa válida. Sin embargo, esto requiere evidencias sólidas, como mensajes o llamadas que demuestren una amenaza previa”, aclaró el abogado.
Este argumento también plantea un escenario donde la percepción de Valdés podría haber sido alterada por el miedo, aunque sin pruebas contundentes, el argumento podría ser insuficiente para convencer al tribunal.
Otro punto relevante en la defensa es el hecho de que Valdés llevó a El Taiger al hospital tras el incidente. “Esto podría interpretarse como un gesto de arrepentimiento o una intención de salvarle la vida”, señaló Jáuregui. Sin embargo, acciones como la limpieza de huellas y el arrastre del cuerpo podrían ser vistas como intentos de obstrucción de la justicia, lo que complicaría su situación legal.
