Hay momentos que se quedan en el corazón para siempre, como anunciar que un bebé viene en camino. Pero si intentas dar esa noticia a tu mamá en Cuba, la conexión a internet y los apagones pueden convertir el momento más emocionante en una tragicomedia. Así fue la experiencia de Gretel Susel y su esposo, quienes quisieron decirle a la futura abuela que un nuevo miembro llegaba a la familia… y lo que obtuvieron fue caos, risas y mucha frustración.
“¡Vas a ser abuela!”, pero… ¿se enteró?
En el video que Gretel compartió en TikTok (@grettel.susel), se ve cómo intenta, con toda la paciencia del mundo, dar la noticia a su madre. “¡Oye, vas a ser abuela!”, repite su esposo emocionado, pero del otro lado de la línea solo se escucha: “¿Estás en la casa? ¿Estás en la casita?”. La conexión se corta, las voces van y vienen, y lo que debía ser un momento especial se convierte en un juego de “adivina qué estoy diciendo”.
La escena, aunque surrealista, es demasiado real para quienes tienen familia en Cuba. Miles de usuarios no tardaron en compartir su empatía en los comentarios:
- “Yo cojo unos empingues con estas llamadas, termino colgando con dolor de cabeza.”
- “Esa noticia, si acaso, la escucha cuando el niño tenga 15 años.”
- “Esas llamadas te quitan el alma, yo termino llorando y ni se enteran.”
Risas, frustración y un toque de sarcasmo
Gretel no perdió el sentido del humor a pesar de todo. Respondió a los comentarios con frases como: “Ese era el intento 101… y nada” y “Lo mejor es colgar, porque así no se puede”. Aunque el tono es divertido, detrás de las risas se siente la realidad de muchos cubanos: la distancia, la mala conexión y los apagones complican incluso los momentos más básicos, como hablar con tu familia.
¿Y al final qué pasó?
El desenlace, según Gretel, fue que la abuela eventualmente se enteró. ¿Cómo? Bueno, eso no quedó tan claro. Tal vez fue gracias a la llamada (milagrosamente) o porque llegó la electricidad justo a tiempo. Lo que sí quedó claro es que esta historia es un reflejo de la realidad de muchas familias cubanas que, entre risas y frustraciones, encuentran formas de mantener vivos sus lazos a pesar de las adversidades.
Si alguna vez has intentado hablar con alguien en Cuba, seguro te sentirás identificado. Porque al final, la distancia no separa tanto como los malditos problemas de conexión.