En un país donde conseguir lo básico es una odisea, resulta surrealista que Yudelkis Ortiz, primera secretaria del Partido Comunista de Cuba (PCC) en Granma, celebre como un “éxito” el regreso del néctar TAORO. Mientras el pueblo lucha cada día contra el desabastecimiento, este producto es promocionado como el “orgullo” de la industria conservera local. Pero, ¿quién realmente tiene acceso a este néctar?
Un néctar con etiqueta de lujo
Ortiz, en un entusiasta mensaje publicado en su perfil de Facebook, destacó la vuelta de TAORO, fabricado en sabores como tamarindo, piña, mango y guayaba. Según ella, es un producto “muy solicitado en el mercado nacional e internacional”. Sin embargo, la mayoría de los cubanos lleva años sin siquiera verlo. Este supuesto “logro revolucionario” parece estar diseñado más para la exportación y las tiendas en divisas que para los anaqueles de las tiendas en pesos cubanos.
Por si fuera poco, la Empresa de Conservas de Vegetales de Granma también compartió su alegría en redes sociales, resaltando que TAORO está disponible en latas de 3.3 kilos a 5.63 euros en plataformas online como Pa’miTienda. Un precio absolutamente prohibitivo para la mayoría de las familias cubanas.
¿Triunfos para quién?
En su mensaje, Ortiz lanzó un optimista: “Con la fuerza de la Unidad Granma vencerá”, pero esa unidad parece invisible para quienes buscan comida en las tiendas. Mientras tanto, la empresa conservera presumía la próxima campaña del tomate como un gran paso, desconectando aún más las prioridades del pueblo de los logros propagandísticos que tanto promocionan.
La otra cara de la moneda
Mientras se celebra el regreso de TAORO, en lugares como Santiago de Cuba, los niños recibieron compotas podridas como parte de la canasta básica. En 2023, una madre denunció en redes sociales que encontró un contenido extraño y tóxico en una compota de la bodega. Aunque denunció el caso públicamente, aseguró que no esperaba que los responsables fueran sancionados.
“Hoy me tocó a mí, y lo voy a hacer viral. Aunque sé que no pasará absolutamente nada, quiero salvar vidas, especialmente la de nuestros niños”, escribió Elizabeth Sánchez Castellano, quien compartió su experiencia desde Santiago.
¿Celebrar o reflexionar?
La celebración del néctar TAORO como un logro contrasta fuertemente con la realidad de millones de cubanos que apenas pueden acceder a productos básicos. Mientras tanto, los “triunfos” del PCC parecen destinados a una élite o al mercado internacional, dejando al pueblo una vez más fuera de la ecuación.