Llegan a Cuba las esperadas piezas para reparar grupos electrógenos en medio de la crisis de apagones, pero ¡No imaginan de qué país provienen!

Redacción

El régimen cubano ha anunciado la llegada de piezas de repuesto para los generadores adquiridos durante la llamada “revolución energética” promovida por Fidel Castro. Este proyecto, iniciado para enfrentar la crisis energética tras el colapso de la Unión Soviética, sigue siendo motivo de debate por su falta de resultados sostenibles.

Un anuncio sin muchos detalles

El ministro de Energía y Minas (MINEM), Vicente de la O Levy, compartió la noticia en redes sociales, pero sin especificar el origen del cargamento ni explicar cómo estas piezas lograron llegar a Cuba pese a las restricciones del “bloqueo”. “Comenzó el arribo de piezas de repuesto para la recuperación de la disponibilidad de grupos de generación distribuida”, publicó en su cuenta de Twitter.

Este anuncio forma parte de un programa que busca rehabilitar más de 1,400 generadores de fuel y diésel instalados entre 2005 y 2009. Estos equipos, promovidos por Castro como una solución innovadora, han enfrentado problemas de mantenimiento crónicos y altos costos operativos.

Un sistema energético en decadencia

No es la primera vez que el gobierno cubano intenta revitalizar esta infraestructura. En 2022, Arles Luna Leiva, director de Generación Distribuida de la Unión Eléctrica de Cuba (UNE), explicó que los generadores podían aportar hasta 2,606 MW al Sistema Eléctrico Nacional (SEN) si estuvieran en pleno funcionamiento. Sin embargo, ese mismo año, 962 MW estaban fuera de servicio debido a la falta de piezas y mantenimiento.

Actualmente, la UNE informó que 48 centrales de generación distribuida están fuera de servicio por falta de combustible, representando un déficit de 229 MW. Además, la empresa estatal evita proporcionar cifras claras sobre la cantidad de generadores inoperativos, lo que ha generado críticas entre la población.

El costo financiero y ambiental de la estrategia

La estrategia de utilizar generadores distribuídos ha sido ampliamente cuestionada por expertos, no solo por su alto costo financiero, sino también por el impacto ambiental que genera. A pesar de las promesas del gobierno de avanzar hacia fuentes de energía renovables, como la instalación de 2,000 MW de energía solar para 2026, las acciones recientes demuestran una clara preferencia por soluciones a corto plazo.

La pregunta del «bloqueo»

El tuit de De la O Levy mostró imágenes de cajas con el rótulo de Diesel Expert, una filial del Groupe Chalifour, con sede en Quebec, Canadá. Esta empresa se especializa en piezas de recambio para motores diésel y servicios de renovación de componentes. La presencia de estas piezas en Cuba reavivó la eterna interrogante entre los cubanos: “¿Y el bloqueo?”.

Diesel Expert, conocida por su experiencia en mantenimiento de motores y equipos auxiliares, proporciona componentes certificados para marcas como Alfa Laval y Mitsubishi. Su participación en este proceso genera dudas sobre cómo el régimen cubano logra adquirir piezas de proveedores internacionales mientras mantiene su discurso sobre las restricciones externas.

Promesas incumplidas y desconfianza popular

El gobierno asegura que las nuevas piezas permitirán incrementar en 207 MW la capacidad disponible para diciembre de 2022, con la esperanza de alcanzar un aumento de 1,000 MW en 2023. Sin embargo, estas proyecciones no solo han fallado anteriormente, sino que también han sido percibidas como otro intento más de prolongar una crisis sin resolver.

Con cada promesa incumplida, la confianza en las estrategias del MINEM se deteriora. Mientras el régimen insiste en soluciones temporales, la población sigue enfrentando apagones y un sistema energético cada vez más frágil.