Cuando parece que lo hemos visto todo en las carreteras cubanas, otro accidente nos sorprende. Esta vez, una rastra moderna presuntamente arrendada por la fábrica de cerveza Tínima terminó volcada en una carretera de Camagüey. La noticia se difundió rápidamente gracias al grupo de Facebook ‘Accidentes Buses & Camiones’, donde un usuario compartió imágenes y detalles del suceso.
¿Qué pasó exactamente?
El accidente ocurrió en una autopista cerca de Taguasco, según los reportes. Aunque las imágenes muestran el camión volcado sobre uno de sus costados, afortunadamente no hubo heridos. Los ocupantes salieron ilesos, lo cual ya es un alivio considerando lo aparatoso del incidente.
Un usuario comentó en la publicación: «Solo daños materiales, gracias a Dios. Rastra arrendada de la Tínima en Camagüey». Sin embargo, aún no está claro si el vehículo llevaba carga en el momento del accidente. ¿Transportaba cervezas? Esa sigue siendo la gran incógnita.
Un patrón preocupante en el transporte cubano
Lo cierto es que este no es un hecho aislado. El vuelco de esta rastra de la cerveza Tínima se suma a una preocupante lista de accidentes de transporte pesado en Cuba. En junio de este año, un camión que transportaba harina y cervezas volcó en la Carretera Central. A principios de febrero, otra rastra cargada con cajas de cerveza también terminó volcada en Camagüey. Y si retrocedemos a diciembre del año pasado, un tráiler lleno de cervezas volcó en una avenida de La Habana, poniendo en riesgo a los transeúntes.
¿El denominador común? Condiciones adversas en las carreteras, vehículos que no siempre están en óptimo estado y una logística que deja mucho que desear.
Más allá del accidente: lo que esto significa para Cuba
Estos incidentes no solo representan pérdidas materiales. Cada vuelco, cada camión dañado, significa un golpe al ya frágil sistema de transporte cubano. Además, ponen en evidencia las crecientes presiones sobre los transportistas para abastecer a las Mipymes y al resto de la población.
La falta de mantenimiento en las carreteras y la importación de vehículos que no siempre cumplen con estándares óptimos están creando un cóctel explosivo que amenaza con seguir generando situaciones como esta.