A veces, las experiencias más simples pueden abrirnos los ojos. Esto fue lo que le pasó a Marlan, una joven cubana residente en Miami, quien decidió compartir en TikTok un momento incómodo que vivió fuera de la ciudad. Lo curioso no es el incidente en sí, sino cómo la trataron. ¿El resultado? Una reflexión que podría cambiar tu perspectiva sobre la vida en Miami y fuera de ella.
La experiencia que lo cambió todo
Marlan contó que estaba en una tienda de gofres en un lugar apartado de Miami. Todo iba normal hasta que una mujer estadounidense le hizo una pregunta en inglés que no entendió del todo. Aquí es donde muchos hemos estado: ese momento incómodo donde las palabras se te escapan y solo quieres que alguien te ayude. Para su sorpresa, esta señora no se burló ni perdió la paciencia. Al contrario, buscó a su esposo, quien hablaba español, para asegurarse de que Marlan estuviera bien.
«Me faltaba mi caramelo macchiato y el esposo de la señora se encargó de preguntar y ayudarme», narró emocionada. No es solo el gesto, es lo que representó para ella: empatía genuina de alguien que no compartía su cultura ni su idioma.
El contraste con Miami
Lo que vino después fue un golpe directo al corazón de la comunidad latina en Miami. Marlan comparó esta experiencia con lo que vive día a día en la ciudad. “En Miami se la pasan burlando, que si no hablo inglés”, comentó. Este contraste tan marcado la llevó a una conclusión contundente: «Definitivamente, en algún momento, me voy a ir de Miami. No me gusta».
¿Por qué duele más cuando viene de los tuyos?
Con lágrimas en los ojos, Marlan reflexionó: «Me dio sentimiento porque te das cuenta que los que no son de tu nacionalidad te ayudan más que los de tu nacionalidad». Este comentario tocó una fibra sensible para muchos latinos que han sentido lo mismo: una falta de solidaridad dentro de la propia comunidad.
El debate no tardó en explotar
El video de Marlan se volvió viral y desató un debate acalorado en redes. Algunos la apoyaron: “Yo me fui de Miami hace 13 años y fue un cambio enorme”, escribió un usuario. Otros defendieron la ciudad, diciendo que nunca habían sentido esa falta de apoyo. Sin embargo, muchos coincidieron en algo: el trato de los «gringos» tiende a ser más respetuoso y empático en ciertas situaciones.
¿Qué nos enseña esta historia?
El relato de Marlan no solo pone en evidencia una problemática dentro de Miami, sino que también nos recuerda la importancia de la empatía, sin importar nacionalidades. A veces, la ayuda viene de donde menos lo esperas, y quizá eso sea lo que realmente necesitamos aprender como comunidad.
¿Qué opinas? ¿Te has sentido más apoyado por extraños que por tu propia gente? ¡Déjanos tu comentario!