Régimen cubano reconoce que «no hay fecha ni recursos» para recuperar del abandono y la destrucción el balneario habanero de Guanabo

Redacción

La playa de Guanabo, uno de los balnearios más populares entre los cubanos, enfrenta una crisis sin precedentes debido a la erosión costera y la falta de recursos para su rehabilitación. El Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (Citma) reconoció recientemente que no tiene una fecha definida ni los recursos necesarios para abordar la situación. Este abandono contrasta con la atención prioritaria que el gobierno comunista otorga a playas turísticas como Varadero y los cayos.

«No hay fecha ni recursos,» admitió Osleidys Torres Valdespino, delegada territorial del Citma en La Habana, al responder las preocupaciones planteadas por Evelio León Díaz, un vecino de la zona. Desde 2023, León Díaz ha alertado sobre la degradación del balneario, denunciando la pérdida de metros de arena y el deterioro de las pasarelas de acceso.

Un balneario en deterioro constante

El 2 de julio de 2023, Evelio León denunció que la falta de protección de las dunas está agravando la erosión costera y poniendo en peligro el futuro de Guanabo. Aunque en Boca Ciega se realizaron trabajos exitosos hace algunos años, esas iniciativas no se extendieron a Guanabo, dejando las estructuras existentes en un estado de abandono.

Desde 2011, el Citma ha estudiado el 75% de las playas de la ensenada de Sibarimar como parte del proyecto «Rehabilitación funcional de dunas de playas del Este». Sin embargo, sectores críticos como la Rotonda de Guanabo y Brisas del Mar siguen sin recibir intervenciones, postergándose al mediano plazo. Los estudios realizados tras el huracán Irma en 2017 incluyeron levantamientos topográficos y medidas para restaurar la vegetación costera, pero los avances han sido insuficientes.

Excusas y demoras sin fin

Torres Valdespino justificó las demoras en las obras citando problemas de alcantarillado y construcciones ilegales en áreas destinadas a dunas. Además, señaló que la pandemia del coronavirus y la falta de acceso al financiamiento han limitado el mantenimiento de pasarelas, incrementando su deterioro. Mientras tanto, los recursos estatales se desvían hacia proyectos cuestionables y los frecuentes viajes al extranjero de dirigentes como Miguel Díaz-Canel y su hijastro Manuel Anido Cuesta.

Un ejemplo de esta desigualdad en la asignación de recursos se encuentra en Tropicoco, donde el Citma decidió construir pasarelas en 2013. Sin embargo, las obras se detuvieron un año después por falta de dinero, dejando apenas ocho pasarelas terminadas. Diez años después, en 2024, se reiniciaron trabajos financiados por el Fondo Nacional de Medio Ambiente, pero el reciente huracán Milton afectó estas nuevas inversiones.

Un llamado urgente a la acción

El Citma también señaló que las indisciplinas sociales, como el uso indebido de las estructuras, han dificultado la conservación de las obras. No obstante, residentes como Evelio León Díaz enfatizan la necesidad de actuar con urgencia. «La naturaleza no da muchas treguas, y tal vez nos demos cuenta demasiado tarde,» advirtió.

Mientras el gobierno prioriza otras zonas turísticas, los residentes de Guanabo y sus visitantes enfrentan un futuro incierto. Aunque los estudios son importantes, los ciudadanos demandan soluciones concretas que mitiguen el impacto de la erosión y aseguren la sostenibilidad del balneario.