¡Navidad sin cerdo! El precio astronómico que está rompiendo la tradición de comerse una pierna de puerco asada en Cuba

Redacción

La carne de cerdo se vende a precio de oro en Cuba, solo una semana antes que acabe el año

La Navidad en Cuba siempre ha tenido el aroma irresistible de la carne de cerdo asada, pero este año, ese delicioso plato podría convertirse en un sueño inalcanzable para la mayoría de los cubanos. Con la libra de carne superando los mil pesos cubanos, esta tradición navideña amenaza con desaparecer, dejando a muchas familias luchando por mantener vivas sus costumbres.

La carne de cerdo ha sido, históricamente, un símbolo de la cocina cubana. Sin embargo, en los últimos años, miles de familias han tenido que adaptarse a celebrar con picadillo o pollo, y eso si tienen suerte. Para otros, ni siquiera estas proteínas están al alcance, ni en las festividades de fin de año. ¿Cómo llegamos a este punto?

La “Naviestafa”: el costo de una tradición

En redes sociales, muchos cubanos ya llaman a este fenómeno la “Naviestafa”. Usuarios de Facebook y otros espacios denuncian que en La Habana, el precio de la libra de cerdo hace tiempo rebasó los 850 pesos, y en algunos puntos de venta ya está a más de 1,300 pesos si es deshuesada. Por ejemplo, la chuleta se ha convertido en un lujo reservado para unos pocos.

Los comentarios en línea reflejan la frustración: “En Cuba no existe la Navidad. Ni derecho a eso tenemos”, se lamenta un usuario. Otros critican directamente al gobierno, mientras recuerdan tiempos pasados: “Antes de 1959, la carne de cerdo era tan accesible que hasta la sangre se aprovechaba para hacer morcilla. Hoy, esto es solo una utopía”.

Una crisis que no da tregua

Este fenómeno no es un caso aislado. Según datos de la Oficina Nacional de Estadística e Información, la producción de carne de cerdo en 2023 se redujo en un impactante 91%. Esto, sumado a la caída en otras categorías como la carne de res (58%) y los productos en conserva (33%), ha recrudecido la escasez de alimentos básicos en el país.

El problema no termina ahí. Con una inflación galopante, apagones frecuentes y una economía dependiente en un 80% de importaciones, el precio de los productos esenciales sigue subiendo a niveles alarmantes.

¿Navidad sin cerdo?

Para muchas familias, esta será una Navidad amarga. Lo que antes era una mesa llena de tradiciones, ahora se reduce a lo que el bolsillo permita, y para muchos, eso significa renunciar a la carne de cerdo. Mientras tanto, la pregunta que muchos cubanos se hacen es: ¿cuándo volverá a ser posible celebrar una Navidad como las de antes?