En medio del caos que dejó el paso del huracán Oscar por Baracoa, una historia de valentía y esperanza brilla con luz propia. Yodelmis Furones Matos, un niño de seis años, regresó a su hogar tras sobrevivir a un traumatismo craneal causado por el derrumbe del techo de su casa.
El pasado 21 de octubre, mientras el huracán desataba su furia, un árbol de mango cayó sobre la humilde vivienda de la familia de Yodelmis, dejando el hogar en ruinas. En el accidente, una pared se derrumbó sobre el pequeño, causándole una fractura de cráneo que lo dejó inconsciente. Sus padres, en medio de la oscuridad de un apagón y con el viento rugiendo, no se dieron por vencidos. Con determinación y la ayuda de un vecino, llevaron al niño al hospital de Baracoa en un jeep.
Un rescate contrarreloj
En el Hospital Municipal de Baracoa, Yodelmis recibió los primeros auxilios. Sin embargo, dada la gravedad de su estado, fue trasladado en helicóptero al Hospital Pediátrico Sur Antonio María Béguez César (La Colonia), en Santiago de Cuba. Allí, los médicos actuaron con rapidez y le realizaron una cirugía de emergencia para salvarle la vida.
El director del hospital, Jesús Cabrera, destacó el papel del personal médico de Baracoa, quienes lograron estabilizar al menor antes del traslado. A su llegada a Santiago, Yodelmis estaba en estado crítico, pero gracias a la pericia de los especialistas y su fortaleza, logró superar este difícil capítulo.
Una recuperación milagrosa
Tras un mes en cuidados intensivos y un seguimiento médico exhaustivo, el pequeño Yodelmis salió victorioso. Ahora no presenta secuelas físicas, motoras ni intelectuales, lo que refleja lo favorable de su respuesta al tratamiento. Fotos compartidas por la Dirección Provincial de Salud de Santiago de Cuba muestran a un Yodelmis sonriente, acompañado de sus padres, quienes no pueden ocultar su agradecimiento hacia los médicos que lo salvaron.
La fuerza de una familia
La madre del niño, Kirenia Matos Laborí, relató con emoción los momentos de terror vividos durante el huracán. Mientras intentaba salvar a su hijo, su esposo sufrió una fractura en la pierna. Pero el esfuerzo valió la pena: hoy, la familia vuelve a reunirse bajo un techo, con el pequeño Yodelmis lleno de vida.
Esta historia es un recordatorio de la resiliencia de las personas frente a la adversidad y del poder de la solidaridad. En medio de la devastación, Baracoa celebra el regreso de su pequeño héroe.
