Grupo de cubanos que partieron rumbo a Estados Unidos en lancha terminan naufragando: Se reportan al menos dos fallecidos

Redacción

El trágico naufragio de una embarcación cubana que se dirigía a Estados Unidos ha dejado un saldo de al menos dos personas fallecidas, entre ellas un menor de edad. Este suceso ha generado un profundo dolor en la comunidad cubana, tanto en la isla como en el exilio.

Víctimas Confirmadas

Las autoridades han confirmado las identidades de las víctimas: Alejandro Peñafuerte, de 17 años, y William Tamayo Tuñon, padre de dos niños, ambos oriundos de Matanzas. Estos nombres representan no solo las vidas truncadas, sino también el drama humano que acompaña a quienes buscan un futuro mejor lejos de su país.

Mensajes de Dolor en Redes Sociales

Los familiares de las víctimas han expresado su pesar a través de redes sociales, compartiendo mensajes cargados de emoción y tristeza:

  • Jesús Alberto, hermano de William Tamayo y residente en Miami, escribió: “Qué dolor tengo en mi corazón, mi hermano, esto nunca te debería haber pasado a ti. Mi sueño era esperarte aquí y poder abrazarte mucho. Te voy a llevar siempre en mi corazón”.
  • Yandry Pérez, hermano de Alejandro y residente en Texas, publicó: “Espero que estés en el lugar más bonito del cielo y que nunca pases al olvido. Te voy a tener en mí siempre y estas palabras tatuadas en mi pecho: ‘Te buscaré en el cielo, Ale’. Espero que eso se haga realidad”.
  • La madre de Alejandro, Yanelys González García, también compartió su dolor: “Mucha tristeza y dolor en nuestro corazón. Imagínense el mío como madre, empezando a vivir. Daría mi vida por la de él. Siempre lo llevaremos en nuestros corazones”.

Circunstancias del Naufragio

Según fuentes en redes sociales, los migrantes salieron el pasado 21 de noviembre en una lancha que lamentablemente se partió a la mitad durante la travesía. De los ocupantes, solo uno sobrevivió, aunque con graves quemaduras, según reveló un usuario identificado como «Díaz Canel Sin Gao».

Una Realidad Recurrente

Este suceso se suma a una serie de tragedias similares que han ocurrido en los últimos meses, reflejando los peligros extremos a los que se enfrentan los migrantes cubanos en su intento de llegar a los Estados Unidos. Las rutas marítimas no solo son altamente riesgosas por las condiciones climáticas y las embarcaciones precarias, sino también por la falta de recursos y asistencia en alta mar.