Este jueves, el gobierno cubano sorprendió al anunciar que a partir de ahora, una serie de productos esenciales para la agricultura y la ganadería estarán exentos de los pagos de aranceles. Mediante la Resolución 329/2024, publicada en la Gaceta Oficial de la República, el Ministerio de Finanzas y Precios decidió eximir del pago de impuestos a importaciones de fertilizantes, piensos, medicamentos veterinarios y plaguicidas, entre otros insumos vitales para el sector productivo. Pero, ¿será esta una solución efectiva para la profunda crisis que enfrenta Cuba?
¿Qué productos están exentos de aranceles?
La medida, que tiene vigencia hasta diciembre de 2025, cubre una amplia gama de productos clave para la producción agrícola y ganadera, incluidos fertilizantes, semillas, aceites, harinas y cereales como el trigo, maíz y avena. También se incluyen medicamentos veterinarios y productos farmacéuticos, además de herramientas agrícolas y materiales de embalaje. Según el ministro de Finanzas, Vladimir Regueiro, esta decisión busca estimular la producción nacional, especialmente en un momento de escasez de alimentos críticos en la Isla.
La realidad de la producción agrícola cubana
La crisis en el sector agrícola cubano no es nada nueva, y la situación está lejos de mejorar. A pesar de los intentos por aumentar la producción de alimentos, el país se enfrenta a una severa escasez debido a la falta de insumos, combustibles y la ineficiencia estructural del sistema productivo. El ministro de Agricultura, Ydael Pérez Brito, reveló que en los últimos años ha habido una drástica caída en la producción avícola y porcina, con cifras alarmantes: de 8 millones de gallinas hace cuatro años, solo quedan 3 millones. La producción de huevos ha descendido aún más, pasando de 4 a 5 millones diarios a menos de 200,000.
¿Será suficiente la exoneración de aranceles?
El sacrificio fiscal, es decir, el dinero que el gobierno ha dejado de recaudar por esta medida, asciende a unos 25 millones de pesos, sobre todo en el sector no estatal. Según Regueiro, muchas pequeñas empresas han aprovechado esta exoneración para poder seguir funcionando en medio de la crisis. Sin embargo, a pesar de los esfuerzos, la falta de recursos y las graves deficiencias en la infraestructura agrícola persisten como problemas principales.
La exoneración de aranceles es solo un paso, y aunque puede ayudar a aliviar la carga de los productores, no resuelve los problemas estructurales de fondo. En el contexto de un sistema agropecuario que sigue siendo incapaz de satisfacer las necesidades básicas de la población, los efectos de esta medida podrían ser limitados a menos que se acompañe de reformas más profundas en el sector.
Un panorama complejo para la agricultura cubana
Con la producción de alimentos esenciales en niveles críticos, como la carne de cerdo, la leche y los huevos, los cubanos se enfrentan a una realidad difícil de superar a corto plazo. Aunque el gobierno intenta paliar la crisis con medidas como la exoneración de aranceles, la falta de autocrítica en la política agropecuaria cubana sigue siendo un tema pendiente. Para los economistas y analistas, la solución no solo pasa por la importación de insumos, sino también por una reestructuración del sector y la mejora de la productividad interna.