Una historia impactante desde Las Tunas está dando de qué hablar. Un joven de aproximadamente 20 años, paciente de un hospital psiquiátrico, decidió escapar debido al hambre y abandono que estaba sufriendo. Su huida lo llevó hasta el portal de una familia, donde pidió comida y ropa.
Una escena inesperada en el portal
Todo comenzó cuando una mujer, conocida en redes sociales como Chankletera Kolorá, abrió la puerta de su casa el viernes pasado. En el portal encontró al joven, que llevaba el uniforme del hospital y estaba visiblemente desorientado. Con voz tranquila, el chico le pidió algo de ropa y comida.
La mujer confesó haber sentido miedo al principio, ya que estaba sola en casa con sus hijos mientras su esposo había salido a comprar pan. Sin embargo, su instinto de humanidad pudo más, y decidió ayudarlo.
Un grito de ayuda silencioso
El joven le explicó que había escapado del Hospital de Enfermos Mentales de Las Tunas porque llevaba días pasando hambre y nadie lo visitaba. Este detalle hizo aún más desgarradora la situación, mostrando las carencias en la atención que reciben los pacientes en ese tipo de instituciones.
En las imágenes compartidas por la usuaria, se ve al chico sentado en el portal, con el uniforme del hospital. Sin embargo, antes de irse, la mujer le regaló un short y un pulóver azul oscuro para que pudiera cambiarse.
“Llegó confundido, pero no era violento”
Según relata Chankletera Kolorá, el joven llegó con una actitud tranquila, aunque inicialmente temió que pudiera alterarse. «Llegó confundido, con hambre, creí que era violento, pero no… se tranquilizó y se sentó a esperar», compartió. Luego de darle ropa y algo de comer, el chico se marchó rápidamente, dejando a la familia con muchas preguntas.
¿Qué dice esta historia del sistema de salud?
Este incidente no solo genera preocupación por el estado de los hospitales psiquiátricos en Cuba, sino también por la falta de atención básica que enfrentan algunos pacientes. En los comentarios de la publicación, varios usuarios expresaron indignación y pidieron soluciones inmediatas para evitar que situaciones como esta sigan ocurriendo.
Al final del día, lo que queda claro es que, más allá del miedo inicial, la bondad de una familia marcó la diferencia en un momento crítico para este joven. ¿Qué será de él ahora? Eso sigue siendo un misterio.