Después de 57 años de ausencia, Cuba volvió a brillar en Miss Universo, y lo hizo con Marianela Ancheta, una joven villaclareña que dejó una huella imborrable. Aunque no se llevó la corona, su participación marcó un antes y un después, y su regreso a Miami estuvo lleno de emociones.
Al llegar al aeropuerto, Marianela fue recibida como toda una estrella. Familiares, amigos, seguidores y figuras de la comunidad cubana se dieron cita para celebrar su desempeño en el prestigioso certamen. Con una sonrisa radiante y el corazón lleno de gratitud, la modelo expresó: “Miami no es solamente mía, es la casa de todos los cubanos. Estoy orgullosa de haber representado a mi país en un escenario como este”.
Un mensaje que inspiró al mundo
Marianela no solo destacó por su elegancia y belleza, sino también por su autenticidad. Su mensaje de empoderamiento resonó entre los jurados y el público, logrando colocar a Cuba entre las 30 mejores de 127 participantes. Una hazaña impresionante para un país que llevaba tanto tiempo fuera del radar de Miss Universo.
Desde el aeropuerto, Eugenio Rodríguez, su maquillista, no pudo contener su emoción: “Nos ha dejado muy en alto a todos los cubanos”. Y es que Marianela no solo participó, sino que inspiró. En sus palabras: “Nunca se rindan. Con disciplina, todo es posible”.
El orgullo de una nación
Aunque su preparación fue breve, Marianela brilló con luz propia, dejando claro que los cubanos tienen mucho que aportar al mundo de los concursos de belleza. Su elegancia y capacidad para conectar con el público la convirtieron en una de las favoritas. “Este ha sido un sueño hecho realidad”, compartió emocionada al reencontrarse con quienes la esperaban en Miami.
El director de Miss Cuba, Prince Julio César, destacó la importancia de su participación: “Marianela representó a su isla con orgullo. Clasificar a Cuba en el top 30 es un logro extraordinario”.
Un futuro prometedor
Ahora, con una agenda repleta de entrevistas y encuentros con la comunidad cubana, Marianela se prepara para seguir inspirando dentro y fuera de la isla. Su legado como la primera cubana en Miss Universo tras 57 años no solo es motivo de orgullo, sino también un recordatorio de que los sueños pueden hacerse realidad con esfuerzo y determinación.
Aunque su aventura en el certamen terminó, su historia apenas comienza. Marianela Ancheta es, sin duda, un símbolo de esperanza y motivación para todos los cubanos.