Si algo caracteriza a los cubanos es su capacidad para sacarle humor a cualquier situación, y Marlan Vázquez es la prueba viviente de ello. Desde Estados Unidos, esta carismática cubana decidió compartir en TikTok una experiencia hilarante que tuvo en un bar. El resultado: risas, comentarios y más de 2000 likes que demuestran que la autenticidad siempre conecta.
La historia comienza con Marlan disfrutando tranquilamente de una copa de vino en la barra de un bar. Según ella, iba “tipo gringa”, tanto que nadie hubiera sospechado que era cubana. Todo iba normal hasta que un “gringuito” se animó a acercarse e iniciar una conversación… aunque el idioma se convirtió en un obstáculo inmediato.
Con su particular estilo, Marlan confesó al hombre: “No speak English, mi English es ra ta ta ta”. Pero ni eso detuvo al caballero, quien sacó su traductor para seguir la charla. Marlan, que no se queda atrás, también recurrió a su herramienta digital, declarando con humor que lo suyo es “inglés sin barreras”.
Entre risas, Marlan reflexionó sobre la importancia de aprender el idioma: “Hay que aprender a hablar inglés porque si no nos vamos a morir de hambre… aunque yo nunca, porque tiro mi mejor traductor”. Sin embargo, cuando el hombre comenzó a hacer demasiadas preguntas, decidió cortar el momento: “Yo necesito un sugar daddy, pero no… uno que me entienda, no uno que no me entienda”.
El video, titulado “No hay barreras para un sugar daddy”, desató carcajadas entre sus seguidores. Algunos comentarios destacan la conexión que generó con su público: “Inglish Ratatata jajajja, morí”; “Uno que me entienda dice, amiga, si consigues uno, comparte”; y “Morí dice que inglish ratatata”. Otros aprovecharon para darle consejos: “Hay que aprender inglés, las puertas que se te van a abrir serán muchas”.
Además de las risas, Marlan también recibió elogios por su estilo: “Tan bella, Dios te bendiga”; “Me encanta tu cambio de estilo, más fina no se puede”.
Con su chispa y su frase icónica “No hay barreras para un sugar daddy”, Marlan convirtió una situación cotidiana en una historia que conectó con miles de personas. Nos recordó que, con humor y actitud, hasta los momentos más simples pueden ser memorables.
¿Y tú? ¿Te animarías a sacar el traductor y seguir la charla o harías como Marlan y buscarías uno que te entienda? 😉