La crisis energética en Cuba ha alcanzado niveles alarmantes, especialmente en las provincias orientales y las zonas afectadas por el huracán Rafael. Más de 20 horas diarias de apagones están dejando a miles de cubanos sin electricidad, sumergidos en un panorama de desabastecimiento de alimentos, escasez de gas y servicios básicos limitados.
Apagones Extremos: Una Dura Realidad
En Santiago de Cuba, las autoridades han optado por cortar temporalmente los circuitos priorizados, incluyendo hospitales, para redistribuir la electricidad hacia los sectores residenciales. Sin embargo, esta solución ha traído consecuencias graves para la atención médica.
El doctor Roberto Serrano explicó que los hospitales dependen de plantas eléctricas, pero muchas veces carecen de combustible, lo que dificulta la realización de pruebas diagnósticas básicas como radiografías. “Solo se pone electricidad 4 horas al día, lo que hace imposible garantizar servicios médicos esenciales”, detalló.
Por su parte, Damaris Rodríguez, residente en el Distrito 3 de Santiago de Cuba, expresó su frustración: “Nos acostamos sin corriente y nos levantamos sin corriente hace días. Hoy no tenemos pan, y sin gas para cocinar, las opciones son prácticamente inexistentes”.
Guantánamo y Baracoa: Sobrevivir con Nylon
En Guantánamo, los apagones se prolongan hasta 18 horas diarias, según el activista Miguel Ángel López Herrera. Mientras tanto, en Baracoa, Emilio Almaguer describió cómo la población está recurriendo a alternativas desesperadas como cocinar con nylon debido a la falta de gas y leña.
“Aquí la electricidad solo llega 4 horas al día, lo que nos obliga a buscar cualquier recurso para cocinar”, agregó el comunicador independiente.
Holguín, Camagüey y el Occidente: Un País a Oscuras
En Holguín, los residentes del poblado de Banes apenas disfrutan de una hora de electricidad en 24 horas. “La población está muy disgustada con estos apagones, es una tortura diaria”, comentó William Tamayo, activista local.
En Camagüey, la situación es igualmente crítica. Según Jiordan Marrero Huerta, en un período de 35 horas, solo disfrutaron de tres horas de electricidad.
En el occidente, específicamente en Artemisa, las secuelas del ciclón Rafael han dejado importantes zonas sin luz ni alimentos básicos. Marta Domínguez declaró: “A tantos días del ciclón, no hay electricidad ni alimentos, ni siquiera la canasta básica ha llegado”.
Un Sistema Eléctrico Colapsado
La Unión Eléctrica (UNE) reportó un déficit de generación de 1,615 MW el domingo, afectando el servicio durante las 24 horas del día. Además, 49 centrales de generación distribuida y siete termoeléctricas permanecen fuera de servicio debido a averías y falta de combustible.
El panorama para el lunes no era más alentador: se pronosticaba una afectación de 1,421 MW, lo que sugiere que las condiciones actuales no mejorarán en el corto plazo.
Frustración y Sarcasmo en Redes Sociales
En las redes sociales, el descontento de la población es evidente. Leonardo Rossi, en Facebook, criticó la gestión del presidente Miguel Díaz-Canel con ironía: “Somos continuidad y vamos por más… apagones, inflación, desabastecimiento y, en fin, más miseria”.
Una Crisis que No Tiene Fin
Entre el hambre, los apagones y la falta de servicios básicos, la población cubana enfrenta uno de los momentos más duros de los últimos años. La desesperación y la frustración se han apoderado de comunidades enteras, que intentan sobrevivir en medio de una crisis que parece no tener fin.
Mientras las autoridades prometen soluciones, la realidad diaria de los cubanos continúa siendo una lucha constante contra la escasez, la precariedad y la falta de esperanza.