El regreso de la conga en las calles de Campechuela, en la provincia de Granma, este fin de semana, no pasó desapercibido. Este ritmo característico, que por primera vez sonó en abril de 2021 durante la celebración de los Alazanes de Granma por su triunfo en la 60 Serie Nacional de Béisbol, se transformó en un símbolo de protesta popular. En esta ocasión, el estribillo de la conga, “¡Oe, policía pinga!”, acompañó a los vecinos en una manifestación enérgica contra los apagones y la crisis energética que afecta a toda la isla, pero especialmente a las provincias del centro y oriente de Cuba.
El viernes por la noche, en Campechuela, decenas de residentes marcharon al ritmo de los tambores, desafiando la maquinaria represiva del régimen cubano, en lo que se interpretó como una expresión de hartazgo y desesperación por las penurias cotidianas. “Se calentó la conga en Granma, Campechuela”, escribió un usuario en Facebook, compartiendo un video de la manifestación que se realizó en las calles oscuras del municipio de más de 43,000 habitantes.
A pesar de las amenazas y las advertencias de las autoridades, quienes recientemente han puesto en marcha una campaña de intimidación contra los posibles manifestantes, los vecinos de Campechuela no dudaron en alzar su voz. “Anoche fue horrible”, escribió una internauta de la región, explicando que en la ciudad de Bayamo, la capital provincial, solo hubo dos horas de electricidad durante toda la jornada. “Imagínate los municipios. ¿Hasta cuándo y hasta dónde? Están acabando con nuestra psiquis”, añadió, describiendo cómo la crisis energética afecta la vida cotidiana de los cubanos, especialmente en áreas más apartadas.
Un reflejo del malestar generalizado
Las condiciones extremas que enfrenta la población también quedan reflejadas en otro comentario publicado en redes sociales: “En la mañana, un muchacho aquí en la calle desmayado. Hubo que parar un carro para el policlínico. Conclusión: hipoglucemia y presión baja. Así estamos viviendo”, relató la mujer, destacando el impacto directo de la crisis económica en la salud de los ciudadanos.
El músico y activista Saúl Manuel Suárez Castro también compartió el video de la protesta en sus redes sociales, asegurando que hubo golpes y detenciones durante la manifestación de Campechuela. “Me dicen que la gente no tiene miedo y lo van a volver a hacer”, reportó el cantante, quien destacó que la protesta estaba motivada por la creciente desesperación de la población.
Saúl Manuel, conocido por su apoyo a causas sociales y por sus canciones de denuncia, había estrenado en abril de 2021 el tema “Cuba, levántate“, un canto de resistencia que se unió a otras canciones como “Patria y Vida” (de Yotuel, Gente de Zona, Descemer Bueno, Maykel Osorbo y El Funky) y “Un sueño” (de El Micha), que se convirtieron en himnos del descontento popular tras las protestas del 11 de julio de 2021 (11J).
El presagio de más protestas
Lo que podría parecer un simple acto de desahogo con un estribillo desafiante como “¡Oe, policía pinga!” está cargado de simbolismo en el contexto cubano. Para muchos, es una clara señal de que el malestar social sigue aumentando y que la población está cada vez más dispuesta a alzar la voz contra el régimen. Las congas en las calles no solo son un recuerdo de las victorias deportivas de 2021, sino que también se están convirtiendo en una forma de resistencia, una expresión de coraje y desesperación ante una crisis que no da señales de mejorar.
Los cubanos parecen estar viviendo en una olla de presión que, como ya se ha visto en el pasado, podría estallar en cualquier momento. Si bien las autoridades intentan minimizar estas protestas y las califican de aisladas, las imágenes de las congas en las calles de Granma y otras provincias indican que la gente sigue desbordando las fronteras del miedo. Las protestas, aunque no masivas, continúan en pequeñas localidades como Campechuela, y esto podría ser solo el principio de algo mucho más grande, como una alerta de que el descontento popular podría llegar a todos los rincones de la isla, desde Granma hasta La Habana.