El plan migratorio de Donald Trump para deportar a millones de inmigrantes en situación irregular, incluidos miles de cubanos, enfrenta un gran obstáculo: la posición del gobierno cubano. Si Cuba decide no aceptar a los deportados, surge una gran pregunta: ¿podrían ser enviados a México?
Cuba y su historial de negativas
Cuba no es nueva en rechazar deportaciones masivas desde Estados Unidos, especialmente cuando se trata de personas con antecedentes penales. Aunque bajo la administración de Joe Biden se reactivaron los vuelos de deportación hacia la isla, estos son limitados. Un promedio de 50 personas al mes han sido devueltas a Cuba desde abril de 2023, una cifra que dista mucho de los números que planea Trump.
Sin la cooperación de Cuba, las deportaciones masivas se complican. Aquí es donde entra México, que podría convertirse en un destino alternativo para los deportados, siguiendo acuerdos bilaterales similares a los implementados durante el gobierno de Biden.
México: un aliado incierto
En 2023, México aceptó recibir hasta 30.000 migrantes mensuales de países como Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela. Este precedente sugiere que el país podría desempeñar un papel similar en el futuro. Sin embargo, aceptar deportados en masa es un reto enorme para México, tanto por los costos logísticos como por las tensiones políticas internas.
Además, cualquier acuerdo con México podría venir condicionado por un apoyo financiero de Estados Unidos, algo que dependerá de las prioridades de un posible segundo mandato de Trump. Si esta colaboración no se materializa, México podría endurecer su política migratoria, complicando aún más el flujo de migrantes hacia su territorio.
El incierto destino de los deportados cubanos
Si México acepta recibir deportados cubanos, su destino no está del todo claro. Por un lado, podrían ser devueltos a Cuba, ya que ambos gobiernos mantienen una relación amistosa que facilitaría su repatriación. Por otro, algunos podrían quedarse en México si se les otorgan beneficios migratorios que regularicen su situación.
Una posible crisis humanitaria
El impacto de las deportaciones masivas no solo sería político, sino también humanitario. Expertos advierten que el sistema migratorio mexicano podría verse desbordado, llevando al país al borde de una crisis que complicaría aún más la situación regional.
En medio de esta incertidumbre, miles de cubanos continúan usando la ruta migratoria que inicia en Nicaragua, un país sin visado para ellos, para intentar llegar a Estados Unidos. Mientras tanto, el futuro de las deportaciones de cubanos sigue siendo un tema que pone a prueba las relaciones entre los países involucrados.
¿Cuba, México o ninguno? Lo que está claro es que las decisiones sobre este tema tendrán consecuencias que afectarán a miles de personas y a la estabilidad de la región.
