En medio de la creciente crisis alimentaria que afecta a muchas familias cubanas, este sábado 441 personas se beneficiaron de un almuerzo comunitario solidario organizado por la Parroquia Santa María y la Misión San Pedro, ambas en Santiago de Cuba.
El menú en la Parroquia Santa María consistió en arroz blanco, salame en salsa y yuca, un esfuerzo realizado bajo condiciones difíciles, ya que la electricidad estuvo ausente durante toda la jornada. Así lo compartió el párroco Rodhin A. Colomar en su perfil de Facebook, agradeciendo a todos los que hicieron posible esta iniciativa en un contexto tan desafiante.
Por su parte, en la Misión San Pedro, el almuerzo ofrecido fue de picadillo, arroz y puré de plátano, también preparado sin electricidad, como mencionó el sacerdote en sus redes sociales. “Gracias al Comité Ejecutivo de la Misión San Pedro, a Osmany, a Tony, a Sucely y su familia por tanta entrega. Cocinaron todo con leña por falta de corriente durante todo el día”, expresó Colomar.
Ambos eventos fueron posibles gracias a la generosidad de los donantes y el esfuerzo de la Junta Parroquial, los jóvenes voluntarios y las familias que se unieron para servir a los más necesitados.
Estos actos de solidaridad se suman a una serie de iniciativas similares en todo el país. En Sancti Spíritus, el proyecto solidario Hermanos de la Calle ha estado llevando a cabo varias actividades para ayudar a los más vulnerables, entregando alimentos a quienes carecen de la protección del Estado. Recientemente, en diciembre de 2023, el proyecto Aliento de Vida organizó una cena navideña para 50 personas en situación de calle, subrayando el creciente compromiso de los cubanos por apoyar a los más desfavorecidos.
En agosto de 2024, un grupo de jóvenes cubanos se movilizó en Santiago de Cuba para entregar meriendas a personas sin hogar, reafirmando el esfuerzo comunitario por paliar las carencias que enfrentan muchos ciudadanos. Además, en septiembre de 2024, el sacerdote cubano Leandro NaunHung enseñó a preparar sampa, un alimento nutritivo de larga duración, como una solución práctica ante la crisis económica y alimentaria del país.
Estas acciones reflejan el espíritu de solidaridad que sigue creciendo en Cuba, mientras la población enfrenta las dificultades económicas y sociales que aquejan al país.