Esta semana, la Isla recibió con los brazos abiertos los restos mortales de Broselianda Hernández, una de las actrices más queridas y talentosas de Cuba. Casi cuatro años después de su trágico fallecimiento en Miami, su retorno representa mucho más que un simple acto simbólico; es un tributo póstumo que honra su brillante carrera y su amor por la tierra que la vio nacer.
La noticia del regreso fue compartida por Jorge Enrique Fernández Falcón, cuñado de la actriz, quien agradeció al esposo de Broselianda, Jorge Alberto Fernández, por hacer realidad este gesto lleno de amor. “Llegaron en paz a la tierra que la vio nacer, crecer y brillar en lo que más amaba: actuar”, escribió en sus redes sociales, un mensaje que resonó profundamente entre sus seguidores.
Aunque los detalles sobre posibles ceremonias en su honor no han sido confirmados, la llegada de Broselianda a su patria marca un cierre emocional para muchos de sus admiradores. Según medios como Cubactores, el traslado de sus restos se realizó en un discreto silencio, dejando abierto el misterio sobre su lugar de descanso final.
Una carrera que marcó generaciones
Nacida en agosto de 1964 en La Habana, Broselianda llevaba el arte en la sangre. Hija del actor Rolen Hernández y de la historiadora Rosa Ileana Boudet, supo desde muy joven que su vida estaría ligada a los escenarios. En 1987, se graduó del Instituto Superior de Arte, donde fue formada por maestros legendarios como Vicente Revuelta e Isabel Moreno.
Su filmografía incluye éxitos inolvidables como Barrio Cuba de Humberto Solás, Una rosa de Francia de Manuel Gutiérrez Aragón y Nada de Juan Carlos Cremata. Pero si hubo un papel que inmortalizó su nombre, fue el de Leonor Pérez en José Martí, el ojo del canario, donde su actuación capturó el corazón del público y la crítica.
En la televisión, su legado fue igual de impactante. Series como Cuando el agua regresa a la tierra y telenovelas como Las honradas confirmaron su talento multifacético y su capacidad para conectar con los televidentes cubanos.
Un adiós inesperado
El 18 de noviembre de 2020, la noticia de su fallecimiento conmocionó a todos. Su cuerpo fue hallado en una playa de North Miami Beach, con la autopsia señalando un probable suicidio por ahogamiento. Familiares y amigos organizaron un emotivo altar en la playa, donde colocaron rosas y una foto en su memoria.
Ahora, su regreso a Cuba cierra un ciclo que parecía incompleto. Es un recordatorio de su grandeza y de cómo su arte seguirá vivo en el corazón de quienes la admiraron. Broselianda Hernández no solo fue una actriz; fue un símbolo de talento, pasión y autenticidad que siempre tendrá un lugar especial en la historia cultural de Cuba.
El legado continúa
Aunque ya no esté físicamente entre nosotros, la figura de Broselianda seguirá iluminando los escenarios, las pantallas y la memoria colectiva de su pueblo. Su regreso a la Isla no es solo un gesto simbólico; es un reencuentro con su esencia y un acto de amor que celebra todo lo que representó.
¿Y tú, cuál es tu recuerdo favorito de Broselianda? ❤️