La Habana celebra su 505 Aniversario entre derrumbes, apagones, basura en las calles, escasez de agua y desencanto de sus habitantes

Redacción

La Habana celebró este 505 aniversario en medio de una grave crisis que ha afectado la calidad de vida de sus habitantes. A pesar de los esfuerzos por conmemorar esta histórica ciudad, los problemas cotidianos como apagones, derrumbes de edificios, acumulación de basura, escasez de agua y deficiencias en servicios esenciales han opacado la celebración.

Crisis energética: apagones interminables

Los apagones prolongados son una constante para los habitantes de La Habana. Según la Unión Eléctrica (UNE), la falta de generación eléctrica supera los 1,500 MW, lo que ha ocasionado cortes de luz que, en algunos casos, duran más de 12 horas diarias. Estos apagones no solo afectan la iluminación, sino que interrumpen servicios vitales como el bombeo de agua y las telecomunicaciones.

Municipios como Boyeros y Centro Habana han sido escenario de protestas vecinales, con ciudadanos que exigen soluciones inmediatas a la crisis energética. Un apagón total en octubre, provocado por el colapso del sistema electroenergético nacional, duró varias noches consecutivas y desató manifestaciones en la capital y otras provincias, reflejando el creciente descontento popular.

Derrumbes: un problema estructural

El deterioro de las edificaciones en La Habana es otra de las caras visibles de la crisis. En zonas como Centro Habana y La Habana Vieja, muchas construcciones están en estado ruinoso, lo que pone en peligro a los residentes. En 2024, un derrumbe en la calle Obispo dejó a varias familias sin hogar, subrayando el riesgo que enfrentan quienes habitan inmuebles considerados inhabitables.

A estos problemas estructurales se suman los daños causados por el ciclón Rafael, que impactó la capital con lluvias intensas y vientos fuertes. En municipios como Diez de Octubre y Habana del Este, los edificios ya deteriorados colapsaron, desplazando a decenas de familias. En Guanabacoa, un derrumbe parcial dejó a dos personas atrapadas, quienes fueron rescatadas por bomberos, aunque perdieron todas sus pertenencias.

Basura y crisis de saneamiento

El manejo de la basura se ha convertido en otro grave problema en La Habana. En barrios periféricos como Marianao y Arroyo Naranjo, la acumulación de desechos es evidente, creando un foco de problemas de salud pública. Basureros improvisados, malos olores y plagas como ratas y cucarachas se han convertido en parte del día a día de los habaneros.

Aunque las autoridades provinciales y el gobernante Miguel Díaz-Canel han intentado encontrar soluciones, los esfuerzos han sido insuficientes. Un ejemplo reciente ocurrió en Plaza de la Revolución, donde los vecinos denunciaron la falta de recogida de basura durante semanas, lo que generó indignación entre los residentes, quienes compartieron imágenes de montañas de desechos bloqueando las calles.

Escasez de agua potable

El suministro de agua en La Habana también atraviesa dificultades serias. Las interrupciones en el servicio se han visto agravadas por los apagones, que afectan los sistemas de bombeo, y por el mal estado de la infraestructura hidráulica. En barrios como Arroyo Naranjo, los residentes dependen de camiones cisterna para abastecerse de agua, a menudo enfrentando semanas sin acceso al servicio regular.

En el municipio de Habana del Este, la escasez de agua ha llevado a los vecinos a organizarse para exigir soluciones, una situación que afecta no solo a los hogares, sino también a hospitales y escuelas, intensificando aún más las dificultades cotidianas.

Deficiencias en el sistema de salud

Los hospitales de La Habana, al igual que en el resto del país, enfrentan serias carencias. Recientes denuncias destacan la falta de insumos médicos, las malas condiciones sanitarias y los largos tiempos de espera para la atención. En abril de 2024, un médico cubano alertó sobre la práctica ilegal de abortos en condiciones precarias, lo que pone en riesgo la salud de las pacientes.

Además, en junio, la muerte de una anciana en el Hospital Clínico Quirúrgico “General Freyre de Andrade” por desatención médica desató la indignación pública, reflejando las deficiencias estructurales del sistema de salud cubano.

Atrasos en la libreta de abastecimiento

La distribución de alimentos a través de la libreta de abastecimiento ha generado creciente descontento entre los habaneros. En agosto de 2024, los residentes de la capital recibieron sus cuotas de productos con semanas de retraso. El racionamiento no solo ha afectado la disponibilidad de alimentos esenciales, sino que también ha evidenciado las dificultades logísticas del sistema.

Por ejemplo, en septiembre, el tamaño del pan entregado en la canasta básica se redujo, lo que generó críticas de los consumidores, quienes también se quejaron de la escasa variedad de productos. Solo recibieron paquetes de pasta, lo que desató aún más frustración ante un sistema cada vez más limitado y desorganizado.

Vista de la Habana

Problemas con la venta de combustibles

La venta de combustibles en La Habana también ha sido un desafío. En marzo de 2024, se implementaron nuevos precios que causaron confusión entre los conductores, sumada a la escasez de combustible. Además, los problemas con los terminales de punto de venta (POS) en las estaciones de servicio dificultaron las transacciones, lo que provocó largas filas y malestar generalizado.

La escasez de combustible ha afectado el transporte público y privado, aumentando los costos de movilidad y complicando la vida diaria de los habaneros.

Malestar y desencanto en el aniversario

Mientras las autoridades celebran los 505 años de La Habana con actividades culturales y promocionales, el malestar ciudadano es palpable. En redes sociales y en las calles, muchos habaneros han expresado su creciente desencanto, señalando que la capital atraviesa una de las crisis más profundas de su historia, que ha afectado de manera directa su calidad de vida.