Un grave accidente tuvo lugar la tarde-noche del jueves en la carretera de Trilladeras, en Ciego de Ávila, cuando un taxi de turismo colisionó contra las gomas traseras de una rastra al intentar esquivar un carretón conocido localmente como “araña de caballo”, que circulaba sin ninguna señalización ni iluminación.
El taxi, que quedó completamente destrozado al costado de la vía, era conducido por un trabajador del sector turístico. Aunque se desconocen detalles sobre su estado de salud, las autoridades no han emitido aún un informe oficial.
Este incidente ha encendido nuevamente la preocupación de los residentes locales sobre los peligros que representan los vehículos improvisados, como las “arañas” o carretas tiradas por caballos, que circulan sin ningún tipo de señalización o luces, especialmente de noche. Los vehículos de este tipo, que carecen de medidas básicas de seguridad, se han convertido en una amenaza constante en las carreteras rurales de la región, donde el tráfico es escaso y la visibilidad es limitada.
En las redes sociales, especialmente en Facebook, varios usuarios expresaron su indignación por la falta de acciones efectivas para prevenir este tipo de accidentes. “El problema es que no se toman medidas realmente fuertes hacia esas personas que circulan de noche completamente a oscuras. Eso es un peligro potencial en las vías”, comentó uno de los usuarios.
Otro, incluso, sugirió que las autoridades deberían prohibir la circulación de estos vehículos, también conocidos como “volantes”, debido a la irresponsabilidad de los conductores. Además, algunos usuarios señalaron el riesgo adicional que representan los animales sueltos, como caballos, que a menudo circulan libremente por las carreteras, especialmente en las primeras horas de la mañana y en la tarde-noche. “Es una irresponsabilidad no solo de los carretoneros, sino también de los conductores, que deben estar más atentos”, agregó un comentario.
Este accidente ha reavivado el debate sobre la necesidad urgente de implementar medidas de seguridad más estrictas en las carreteras de Ciego de Ávila y otras provincias cubanas, donde el uso de vehículos no motorizados como las “arañas” sigue siendo una práctica común. La falta de regulación sobre su circulación está poniendo en riesgo tanto a los conductores de estos vehículos improvisados como a los demás usuarios de la vía.