Otaola asegura que el concierto de El Bebeshito servirá para lavar dinero a favor de la dictadura cubana: “Bebeshito viene a ser un Yomil Dani 2.0”

Redacción

El conocido y polémico youtuber cubano Alexander Otaola ha vuelto a generar controversia con sus recientes declaraciones sobre el concierto del reguetonero cubano Bebeshito, programado para el 28 de diciembre en un estadio de Miami. A través de su programa “Hola! Ota-Ola”, Otaola no escatimó en críticas y acusaciones, desafiando la narrativa oficial de los organizadores del evento y las expectativas de muchos de sus seguidores. Para Otaola, lo que está detrás de este concierto no es más que un intento de manipulación, un “lavado de dinero” a gran escala y un producto fabricado para engatusar a la comunidad cubana en Miami.

Desde el inicio de su intervención, Otaola se mostró muy crítico con el fenómeno de Bebeshito, comparándolo con figuras como Yomil y El Dany, dos reguetoneros cubanos que, según él, fueron utilizados como parte de una estrategia para “lavar” dinero en el exilio cubano. Según el presentador, Bebeshito, al igual que Yomil y El Dany en su momento, es parte de una maniobra más grande orquestada por intereses detrás de la escena: “Bebeshito viene a ser un Yomil Dani 2.0”, comentó Otaola con su característico tono desafiante. Este tipo de observaciones no son nuevas para él, quien constantemente señala lo que considera manipulaciones dentro de la industria musical cubana y el mercado del exilio en los Estados Unidos.

El youtuber también cuestionó la veracidad de las ventas de entradas para el evento, sugiriendo que los organizadores estaban inflando las cifras para dar la impresión de un éxito rotundo. “Si usted está vendiendo 7,000 entradas en una hora, no hace falta abrir cuatro gradas más… eso se va a vender en las próximas cinco horas”, afirmó Otaola, insinuando que detrás de este tipo de eventos hay una estrategia publicitaria manipula. Según él, la verdadera intención de los organizadores no es la de llenar el estadio, sino más bien, crear una ilusión de popularidad.

A lo largo de su intervención, Otaola dejó claro que no le quita mérito a Bebeshito como artista, pero no considera que tenga el talento ni la trayectoria suficiente para llenar un estadio de las dimensiones del que se está promocionando. “No le estoy quitando talento a Bebeshito, pero no creo que sea el Mozart cubano”, afirmó. Según su perspectiva, la comunidad que sigue a Bebeshito no tiene la capacidad económica ni el interés real para asistir a un concierto de este calibre. “La comunidad cubana que sigue esa música es todavía más pequeña que la comunidad cubana que sigue a Gente de Zona”, sentenció Otaola, refiriéndose al hecho de que el público cubano en Miami no necesariamente se caracteriza por un consumo masivo de reggaetón.

El youtuber también vinculó el concierto con figuras cercanas al régimen cubano, como Sandro Castro y otros representantes de la familia cubana que, según él, estarían detrás de este tipo de proyectos. Asegura que figuras como Bebeshito, al igual que otros artistas, se convierten en “mulas privadas” de esos intereses. “Detrás del concierto de Bebeshito está la gente de La Familia Cubana, la página que tiene acceso a los bares de Sandro Castro”, acusó Otaola. Para él, esta situación refleja lo que considera un patrón en el que el gobierno cubano, a través de sus representantes en el exilio, maneja y controla a ciertos artistas para beneficiar sus propios intereses económicos y políticos.

En cuanto a la asistencia al concierto, Otaola hizo una predicción que, de cumplirse, podría desacreditar toda la narrativa de éxito montada alrededor de Bebeshito. Según él, si el estadio no está completamente lleno, con un público que no sea solo el de las entradas vendidas, sino que refleje realmente el apoyo popular, el evento no será más que una farsa publicitaria. “Vamos a ver cuánta gente llena el estadio el 28 de diciembre, porque si Bebeshito vende 23,000 entradas, el estadio tiene que estar lleno sin ni un hueco vacío”, dijo, desafiando las proyecciones de los organizadores.

Otaola también expresó su esperanza de que Bebeshito, si el concierto resulta exitoso, permanezca en Miami y no regrese a Cuba, ya que considera que tiene más oportunidades en los Estados Unidos. Sin embargo, dejó claro que la cuestión de las entradas y la inflación de números es solo una parte del problema: “Espero que Bebeshito se quede aquí y que no regrese a Cuba, porque ya tiene a su mujer y a su hija. Si es un artista que goza de semejante popularidad, que haga más conciertos en Estados Unidos”. A pesar de sus duras críticas, Otaola reconoció que, como cualquier ser humano, le desea lo mejor a Bebecito en su carrera, aunque no cree en las estrategias comerciales que lo rodean.

Finalmente, la postura de Otaola sobre la situación es clara: no cree en la autenticidad del éxito que se está vendiendo con el concierto de Bebeshito. Su olfato de “perro viejo”, como él mismo lo describe, le dice que hay algo más detrás de este evento. Para Otaola, la industria de la música cubana en el exilio está llena de manipulaciones y falsas narrativas, y el concierto de Bebecito no es más que una muestra de ello.

El tiempo dirá si sus predicciones se cumplen, pero lo que es innegable es que Otaola sigue siendo una figura polarizadora en la comunidad cubana, capaz de generar tanto apoyo como rechazo con sus declaraciones sin filtro. Con el 28 de diciembre a la vuelta de la esquina, el concierto de Bebeshito se ha convertido en un campo de batalla no solo por la música, sino por el control de las narrativas que se tejen en torno a la cultura cubana en el exilio.