En Cuba, el pescado no es solo un manjar muy solicitado, sino también un lujo que muy pocos pueden permitirse. Aunque el país está rodeado de mar, la escasez de este alimento y su alto precio lo han convertido en algo casi inalcanzable para muchas familias cubanas. Y no, no es una exageración: lo que una vez fue una comida común ahora es casi un artículo de lujo, solo disponible en el mercado informal y con precios que suben sin freno, especialmente en tiempos de apagones.
El Pescado, Antiguo Alimento Básico, Ahora en Pocos Mercados
Si bien en años pasados el pescado formaba parte de la libreta de abastecimiento en Cuba, donde se distribuían medio kilo por persona al mes, la situación ha cambiado drásticamente. La llegada del pollo de importación, más barato y disponible, ha sustituido al pescado en muchas dietas. En 2017, los medios oficiales ya anunciaban que el “pollo por pescado” sería la norma, una medida que reflejaba la escasez crónica que sufre el país. Hoy, obtener pescado es como un milagro.
Un País Rodeado de Mar, Pero Sin Pescado en los Establecimientos Estatales
A pesar de que Cuba es un país con costas por todas partes, la realidad es que conseguir pescado fresco o mariscos en establecimientos estatales es casi una misión imposible. En ciudades alejadas de los pueblos costeros, la venta de estos productos es casi inexistente. De hecho, un informe reciente reveló que otros países del Caribe consumen más pescado que Cuba, lo que resulta irónico considerando la posición geográfica de la isla.
La Escasez de Pescado y la Crisis Energética: ¿El Final de la Venta de Mariscos?
El mercado informal, donde los cubanos todavía logran conseguir pescado y mariscos, también está sufriendo. En lugares como la provincia de Villa Clara, los cortes eléctricos de más de 12 horas están afectando la conservación de estos productos. “Lo llevaba bien congelado, pero ahora con los apagones se echa a perder”, comenta Yordanis Pérez, un hombre de negocios que antes se dedicaba a vender pescado a domicilio. Los apagones han golpeado tanto que el negocio ya no es rentable, y los precios de productos como el pargo, el róbalo y la cherna se han disparado.
Precios Astronómicos: ¡El Pescado al Precio de la Carne de Cerdo!
El pescado, que alguna vez fue un alimento accesible, ahora compite con la carne de cerdo en términos de precio. Según informes de la comunidad, hoy en día es común ver ofertas de filetes de pescado como el pargo a precios de hasta 2.500 pesos por dos libras. Los mariscos, como las langostas y los camarones, superan esos precios sin ningún problema. ¿Por qué? Porque muchos pescadores se ven obligados a vender su mercancía en el mercado negro para evitar multas o el decomiso de su producto. Y si encima no tienen combustible o embarcaciones aptas, conseguir pescado se convierte en un desafío casi imposible.
La Ley de Pesca: ¿Solución o Más Obstáculos para los Pescadores?
Desde 2020, con la entrada en vigor de una nueva Ley de Pesca, el gobierno intentó regularizar la actividad pesquera en Cuba. Sin embargo, muchos pescadores privados se han mostrado reacios a trabajar con el estado, ya que vender a las empresas pesqueras estatales no solo retrasa los pagos, sino que también implica una serie de restricciones sobre qué se puede pescar y cuándo. En muchos casos, los pescadores prefieren vender de manera informal, ya que pueden recibir el pago más rápido y en efectivo.
La Larga Lista de Obstáculos para los Pescadores Independientes
A pesar de las nuevas resoluciones que permiten a los pescadores vender sus productos directamente al público, las dificultades siguen siendo muchas. Los precios de los equipos necesarios para pescar, como varas, carretes y embarcaciones, son cada vez más altos. Además, las multas por no cumplir con las normas de pesca, como pescar especies no permitidas o usar métodos ilegales, han aumentado considerablemente. En lugares como Caibarién, los pescadores han tenido que lidiar con estas restricciones, lo que ha elevado aún más los precios de los productos del mar.
¿Pescado en Cuba? Solo en Pescavillas, Pero ¿A Qué Precio?
En ciudades como Santa Clara, la oferta de pescado y mariscos en los llamados Pescavillas, los puntos de venta del gobierno, es escasa. La semana pasada, por ejemplo, solo se encontraban cabezas de langosta a 80 pesos por libra. Este tipo de producto se vende principalmente porque la gente lo utiliza para hacer arroz o caldo, pero la demanda es tan baja que apenas queda nada en los estantes. La escasez de productos frescos y el alto costo de los pocos disponibles reflejan el desajuste entre lo que se necesita y lo que se ofrece.