Cantante cubano Mauricio Figueral, una de las figuras más conocidas para los amantes de la nueva trova en la isla, se queda a vivir en Miami

Redacción

Mauricio Figueiral es un nombre conocido en el panorama musical cubano, especialmente entre los amantes de la trova. Con su guitarra y su estilo característico, Mauricio se ganó un lugar en la televisión cubana, participando en programas de entretenimiento y de cadenas como Telesur, donde su música encontraba un gran espacio. Pero su vida dio un giro reciente que ha tomado a muchos por sorpresa: el trovador decidió mudarse a Miami, dejando atrás La Habana y todos los escenarios que alguna vez fueron su hogar artístico. Hoy en día, es en la Ciudad del Sol donde Mauricio está construyendo su nueva etapa.

Esta decisión, para muchos cubanos, es un claro “salto del barco”, una metáfora que se usa para describir a aquellos que deciden dejar la isla en busca de nuevas oportunidades. Figueiral, quien solía colaborar frecuentemente con el trovador Adrián Berazaín y tenía una presencia constante en la televisión, decidió que era momento de seguir un nuevo rumbo. Ahora, en Florida, su vida está marcada por conciertos en bares y eventos locales, y sus redes sociales se han convertido en el espacio donde muestra esta nueva faceta de su carrera. Mientras en Cuba su nombre se escucha cada vez menos, algunos de sus colegas, como el trovador Ray Hernández, se han tomado con humor su partida, haciendo bromas sobre el tema en la televisión cubana.

Aunque la noticia de su mudanza a Estados Unidos fue dada inicialmente por el portal Cubanet, es sorprendente que otros medios de comunicación en Cuba no hayan hablado mucho al respecto. Figueiral no era un artista desconocido en la isla; al contrario, su popularidad le garantizaba una presencia constante en los medios. A pesar de eso, su decisión de dejar Cuba, al igual que la de muchos otros artistas en los últimos tiempos, parece ser un tema que algunos prefieren pasar por alto.

La historia de Mauricio no es única. Como muchos otros, nació y creció en La Habana, y construyó una carrera en medio de un sistema que, hoy por hoy, enfrenta una de sus mayores crisis desde 1959. Esta situación ha dejado sin muchas opciones a los artistas que, a falta de un futuro prometedor en la isla, optan por buscar alternativas fuera. Mauricio, como otros, ha decidido ser parte de este “éxodo” artístico, buscando un lugar donde pueda dedicarse a su arte sin las limitaciones que enfrenta en su país natal.

Una de las razones por las que Figueiral ha tenido un inicio prometedor en Miami es su carisma y su talento para conectar con el público. Con su repertorio de canciones de amor y temas personales, ha logrado rápidamente encontrar un espacio en La Florida, un lugar donde muchos de sus antiguos seguidores cubanos lo pueden escuchar en vivo. Además, esta mudanza le ha permitido algo fundamental: recibir una compensación justa por su trabajo, algo que no siempre era posible en Cuba.