En una serie de anuncios que han marcado la pauta en su futura administración, el presidente electo de EE.UU., Donald Trump, ha formalizado la nominación de varios de sus aliados clave para su próximo gabinete, con figuras que van desde el Senado hasta la política exterior internacional.
Marco Rubio será el nuevo Secretario de Estado
A través de una publicación en TruthSocial, Trump anunció la elección del senador de Florida, Marco Rubio, como su nuevo Secretario de Estado en su segunda administración, lo que convertiría al político de origen cubano en el primer latino en ocupar este puesto. Rubio ha sido un firme defensor de las políticas exteriores agresivas del Partido Republicano, particularmente contra gobiernos de países como Cuba, Venezuela, Irán y China, y es conocido por su postura dura en temas internacionales.
Trump elogió a Rubio como un «líder respetado» y una «voz poderosa por la libertad», destacando su capacidad para ser un «firme defensor de nuestra nación» y un «intrépido guerrero» frente a adversarios internacionales. Rubio, quien en el pasado fue un rival de Trump durante las primarias republicanas de 2015, ha dado muestras de reconciliación con el presidente electo a lo largo de los años, incluso buscando ser su compañero de fórmula en las elecciones de 2024, aunque finalmente Trump eligió a J.D. Vance.
A lo largo de su carrera, Rubio ha ocupado un lugar central en la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado y ha demostrado una postura intransigente en cuestiones como la política de EE.UU. hacia Israel, China y Cuba. Este nombramiento refuerza su perfil como defensor de una política exterior agresiva y proactiva.
Matt Gaetz como Fiscal General: Un nombramiento polémico
Otra de las nominaciones más controvertidas fue la de Matt Gaetz, congresista por Florida, quien ha sido nombrado Fiscal General de EE.UU.. Gaetz es conocido por su lealtad absoluta hacia Trump, siendo uno de los defensores más férreos del ex presidente dentro del Congreso, especialmente durante el asalto al Capitolio del 6 de enero de 2021.
Trump elogió a Gaetz, describiéndolo como alguien que «erradicará la corrupción sistémica» en el Departamento de Justicia, devolviendo su misión de lucha contra el crimen y defendiendo la democracia y la Constitución. Gaetz, quien fue una figura clave en la diseminación de teorías conspirativas sobre las elecciones de 2020, ha mantenido una relación cercana con Trump a pesar de su controvertido historial. En 2023, Gaetz enfrentó investigaciones por un caso judicial relacionado con una menor de edad, aunque no se presentaron cargos en su contra. Su nombramiento ha levantado preocupaciones sobre la politización del Departamento de Justicia y el posible uso del sistema judicial como herramienta de represalia contra los adversarios políticos de Trump.
Tulsi Gabbard: De demócrata a republicana en el gabinete
En otro movimiento sorpresivo, Trump también confirmó la inclusión de Tulsi Gabbard, una excongresista demócrata de Hawái, en su gabinete. Gabbard, quien dejó el Partido Demócrata en 2022 tras un periodo de críticas a la política exterior de EE.UU., ha sido una figura única en la política estadounidense. Como veterana de guerra y ex candidata presidencial, Gabbard ha manifestado su desacuerdo con el «complejo militar-industrial» de Washington y ha sido especialmente crítica con la intervención de EE.UU. en el Medio Oriente.
Su postura no convencional la ha llevado a criticar abiertamente tanto a demócratas como republicanos, especialmente en lo que respecta a la política exterior. Gabbard fue una de las pocas voces del Partido Demócrata que visitó al presidente sirio Bashar al-Assad en 2017, lo que generó gran controversia. A pesar de su falta de experiencia en inteligencia, Trump la ha nombrado como posible directora de la Inteligencia Nacional, un puesto que supervisaría a más de 18 agencias de espionaje estadounidense a nivel mundial.
El Gabinete de Trump 2024: Continuidad y Lealtad
El gabinete de Trump en 2024 se perfila como uno de firme lealtad y posiciones conservadoras, con figuras que representan su visión de politización de las instituciones y una política exterior más agresiva. Los nombramientos de Rubio, Gaetz y Gabbard dejan claro que Trump está buscando fortalecer su base de apoyo ultraconservadora mientras promueve una agenda de cambio radical en la forma en que EE.UU. interactúa tanto con sus aliados como con sus enemigos internacionales.
La elección de estos personajes refleja, además, una clara estrategia de consolidar el poder al interior del Partido Republicano, buscando figuras ultra-leales a su figura. A medida que Trump asume el liderazgo de su segunda administración, su enfoque hacia la política interna y externa de EE.UU. parece ser tanto una continuación de su primer mandato como una intensificación de sus políticas más polémicas.