La situación en Cuba se ha complicado enormemente con la llegada de la tormenta tropical Rafael, que, además de traer consigo el riesgo de inundaciones y vientos fuertes, ha exacerbado la ya crítica crisis eléctrica en varias provincias de la isla.
El martes 5 de noviembre, mientras el ciclón se acercaba, varios territorios se vieron afectados por apagones masivos debido a la salida de servicio de varias unidades de generación eléctrica. La unidad 4 de la Termoeléctrica Carlos Manuel de Céspedes en Cienfuegos fue una de las principales responsables de la interrupción del servicio. En la capital, La Habana, la Empresa Eléctrica informó sobre cortes en diferentes bloques residenciales, afectando a muchos hogares, especialmente en el horario pico de la tarde, entre las 3:00 y las 6:30 PM.
En Matanzas, la situación fue igualmente crítica. Según un reportaje del periodista de Radio Rebelde, José Miguel Solís, solo diez circuitos estaban operativos, y la rotación del servicio intentaba mantener un suministro limitado de dos horas por bloques. En Holguín, los residentes informaron que solo pudieron disfrutar de dos horas de electricidad durante todo el día.
El panorama de la crisis eléctrica se vuelve aún más alarmante al considerar que, antes de la salida de la unidad 4 de Cienfuegos, ya había ocho unidades fuera de servicio en el país. Entre ellas, la unidad 5 de la Termoeléctrica de Mariel, la 5 de Nuevitas, la 2 de Felton, y la 3 de Renté. Las autoridades también reportaron que varias otras plantas se encontraban en mantenimiento o en avería, lo que aumenta las dificultades para restablecer el servicio.
Fase de Alerta por la Tormenta Tropical Rafael
A medida que la tormenta tropical Rafael se desplaza hacia el oeste, las provincias del occidente y el centro de Cuba se mantienen en alerta. Villa Clara, Cienfuegos, y Sancti Spíritus son las primeras provincias en sentir los efectos más fuertes de Rafael, con lluvias, chubascos y tormentas eléctricas que, de acuerdo con el reporte del Instituto de Meteorología de Cuba (INSMET), se han ido intensificando.
Rafael ha mostrado una mejor organización en su estructura, y se espera que se convierta en un huracán de categoría 1 o 2 antes de tocar tierra en el occidente de Cuba, en algún punto entre las provincias de Artemisa y Mayabeque, el miércoles 6 de noviembre. Los vientos de la tormenta se intensificaron hasta alcanzar los 110 km/h, y se prevé que la tormenta afecte la región con fuertes marejadas y vientos a medida que se aproxime a la isla.
Las alertas de huracán ya han sido emitidas para las provincias de Pinar del Río, Artemisa, La Habana, Mayabeque, Matanzas y la Isla de la Juventud. Además, varias otras provincias, como Villa Clara y Cienfuegos, están bajo advertencia de tormenta tropical.
Impacto en el Transporte y Aeropuertos
En paralelo, el Ministerio de Transporte de Cuba ha suspendido las operaciones de los aeropuertos en varias ciudades clave, incluidos La Habana, Varadero, Cayo Largo del Sur y Nueva Gerona (en la Isla de la Juventud), desde la medianoche del martes 5 hasta el mediodía del jueves 7 de noviembre. Los pasajeros que tenían vuelos programados durante este período deben ponerse en contacto con las aerolíneas para reorganizar sus viajes. Por el momento, los aeropuertos internacionales restantes en el país continúan operando con normalidad.
Perspectivas y Preparativos
A medida que Rafael se acerca, las autoridades instan a la población a mantenerse informada a través de los comunicados oficiales y seguir las recomendaciones de seguridad emitidas por el Centro de Pronósticos del INSMET y el Estado Mayor de la Defensa Civil. Las lluvias intensas, los vientos fuertes y las marejadas ciclónicas constituyen un grave riesgo para las zonas costeras y de montañas, especialmente aquellas con infraestructura más vulnerable. La situación es aún más crítica para aquellos que ya enfrentan problemas básicos como el abastecimiento de electricidad.
La situación, como refleja el contexto de esta tormenta, no solo pone a prueba la capacidad de respuesta del sistema de emergencias de Cuba, sino también la resiliencia de la población cubana frente a las múltiples crisis que afectan al país. El paso de Rafael es, sin duda, otro desafío más en una isla que ya enfrenta las secuelas de políticas económicas deficientes, la escasez de recursos y un sistema eléctrico en crisis.