Las alarmas vuelven a sonar en Cuba ante un aumento alarmante de apagones, que este jueves alcanzan casi 1,600 megavatios (MW). La situación genera preocupación entre los ciudadanos por un posible colapso del sistema electroenergético nacional (SEN).
Actualmente, seis unidades termoeléctricas están averiadas y tres en mantenimiento, lo que suma un total de nueve unidades desconectadas del SEN, una más que el día anterior. La generación eléctrica en el país se presenta nuevamente crítica.
La Unión Eléctrica de Cuba (UNE) indicó que “se estima para la hora pico una disponibilidad de 1,630 MW y una demanda máxima de 3,150 MW, resultando en un déficit de 1,520 MW”. Si se mantienen las condiciones, se prevé una afectación de 1,590 MW, especialmente en la zona centro-oriental.
La UNE detalló que están en avería varias unidades de diferentes centrales termoeléctricas, y que “ayer, el servicio eléctrico se vio afectado por un déficit de capacidad de generación durante las 24 horas”. En el horario pico, la máxima afectación fue de 1,525 MW.
Es importante señalar que las proyecciones de la UNE suelen ser inferiores a las realidades que se reportan posteriormente. Por ejemplo, el miércoles se pronosticaron apagones de 1,400 MW, pero el jueves se reconoció que las afectaciones alcanzaron los 1,525 MW.
La situación se vuelve más crítica para los habitantes de la zona centro-oriental, donde los apagones se sienten con mayor intensidad. Esta desigualdad ha generado descontento, ya que muchos perciben que es una injusticia, mientras que los funcionarios del régimen, que residen en La Habana, parecen tener un trato preferencial.
La Empresa Eléctrica de La Habana también emitió un comunicado alertando a sus clientes sobre la “emergencia energética”, lo que obligará a extender los horarios de apagones planificados. Anunciaron cortes desde las 9:00 a.m. hasta las 2:00 p.m. y de 2:00 p.m. a 6:00 p.m. para diferentes bloques.
Además, la empresa instó a la población a “usar de forma racional la energía eléctrica” para disminuir el consumo y evitar sobrecargas en las redes.
La pregunta que queda en el aire es: si así está La Habana, ¿cómo se encuentran los usuarios en el resto de las provincias cubanas?