El 28 de octubre, justo cuando el régimen cubano anunciaba la destitución del viceprimer ministro Jorge Luis Perdomo Di-Lella por “graves errores” en su gestión, este publicó en su cuenta de X un mensaje homenaje a Camilo Cienfuegos. Este tipo de actos es común entre los altos funcionarios del Partido Comunista, quienes utilizan las redes sociales como parte de su rutina.
Perdomo podría haber actuado de manera impulsiva o como muestra de lealtad al régimen. Algo similar ocurrió con Alejandro Gil, quien continuó publicando consignas en sus redes incluso después de ser destituido como ministro de Economía y viceprimer ministro el 1 de febrero de este año. Gil participó en la Marcha de las Antorchas del 28 de enero junto a Raúl Castro y Miguel Díaz-Canel, a pesar de que su caída ya estaba en marcha.
Una semana antes de su destitución, Perdomo Di-Lella había viajado a Guantánamo para encuentros laborales con figuras clave del gobierno provincial, según medios oficiales. Continuó asistiendo a las reuniones del Consejo de Ministros hasta el día anterior a su destitución. Según fuentes cercanas consultadas por CubaNet, ya sabía de su situación desde el 24 de octubre, cuando su hermano, Yoel Perdomo Di-Lella, y varios funcionarios del Grupo Empresarial Palco fueron arrestados por corrupción, tráfico de divisas y evasión de impuestos, delitos que supuestamente contaron con su protección.
Aunque ambos hermanos fueron interrogados, ninguna de las partes permanece detenida. Solo dos funcionarios estatales están en prisión mientras avanza la investigación, que ha incluido el congelamiento de cuentas y el decomiso de efectivo en sus hogares. A pesar de esto, los negocios de Palco, registrados a nombre de terceros, como la empresa Tuambia SURL, siguen operando normalmente, según trabajadores de esos lugares.
La situación de Jorge Luis Perdomo Di-Lella se complica por lo que una fuente califica como “varias decisiones erradas” que tomó tras el apagón general en Cuba, especialmente durante su visita a Guantánamo. Sin embargo, estos errores no parecen ser la causa principal de su destitución, dado que en reuniones recientes del Consejo de Ministros se señalaron errores aún más graves en otros altos funcionarios, relacionados con la crisis eléctrica y el impacto del huracán Oscar en Guantánamo.
Aún es incierto si se producirán más destituciones en los próximos días, aunque las fuentes indican que no hay señales de ello hasta ahora. Tampoco hay indicios de que su caso de corrupción esté vinculado al de Alejandro Gil, quien, según CubaNet, se encuentra en su casa bajo investigación, un proceso que fue anunciado un mes después de su destitución y que, tras más de ocho meses, no ha revelado resultados.
La caída de Jorge Luis Perdomo Di-Lella, aunque aparentemente desvinculada del escándalo de Gil, refleja tensiones profundas dentro de la cúpula gobernante. Estas luchas internas y desacuerdos evidencian una crisis que el régimen ha intentado ocultar, y que podría precipitar cambios significativos en el futuro cercano.