En La Habana, un hombre de 59 años, identificado como José Ángel Regüeiferos Fontanal, fue asesinado en su vivienda durante un intento de robo. Regüeiferos, quien se desempeñaba como babalawo, fue atacado cerca de la Esquina de Tejas, en la Calzada del Cerro, cuando intentó impedir que los intrusos entraran a su casa. Según testimonios de fuentes cercanas, fue apuñalado por los asaltantes mientras trataba de defender su hogar.
“Se metieron en la casa a robarle, él vio a los hombres y ‘les voló arriba’. En respuesta estas personas le cayeron a puñaladas y lo mataron. Luego se llevaron casi todo de la casa y lo dejaron tapado con una sábana debajo de la mesa”, contó a la citada fuente Ibis Zamora, allegada al hombre que perdió la vida.
El suceso ocurrió en la madrugada del sábado, y su cuerpo fue hallado al día siguiente, cubierto con una sábana y debajo de una mesa, lo que indica la violencia del ataque y la desconsideración de los delincuentes. Los ladrones, tras cometer el crimen, se llevaron una gran cantidad de pertenencias de la víctima, aunque aún no se han detallado cuáles fueron.
José Ángel Regüeiferos era originario de Songo La Maya, en Santiago de Cuba, y había vivido en La Habana durante varios años. La noticia de su muerte ha conmocionado a la comunidad, y su familia se ha trasladado a la capital para gestionar su sepelio y colaborar con las autoridades en la investigación.
Este crimen se inscribe en un contexto más amplio de creciente violencia en Cuba, en medio de una crisis económica y social que ha llevado a un aumento de los delitos. Aunque el gobierno cubano sostiene que la delincuencia ha disminuido, muchos ciudadanos sienten que la situación es diferente, respaldada por informes en redes sociales y medios independientes que documentan robos y crímenes violentos.
Recientemente, el Ministerio del Interior (MININT) publicó datos que indicaban que, a finales de agosto, las cifras delictivas se mantenían elevadas, pero que había habido una disminución en comparación con el mismo período del año anterior. Las provincias con las tasas más altas de criminalidad incluyen Santiago de Cuba, Granma, Ciego de Ávila, Cienfuegos y Sancti Spíritus. A pesar de esto, el primer ministro, Manuel Marrero Cruz, admitió que los avances no son visibles para la población, sugiriendo que el combate a la delincuencia debe intensificarse para que los ciudadanos perciban cambios tangibles.