La comunidad de Carrizal, en el municipio de Imías, Guantánamo, nunca olvidará la noche en que el huracán Oscar desató su furia. En medio de una lluvia torrencial, los residentes vivieron horas de angustia y desesperación, y una vecina de la zona decidió contar su historia, mostrando la cruda realidad de lo que significa enfrentar un ciclón sin apenas recursos. En medio de la tempestad, esta comunidad tuvo que improvisar un refugio en el techo de una casa con placa, una de las pocas en la zona, y allí resistieron la tormenta durante toda la madrugada.
El testimonio de esta vecina, quien compartió su experiencia con la activista Yamilka Laffita —más conocida en redes como Lara Crofs—, detalla el esfuerzo que hicieron para salvarse en condiciones extremas. “Aquí no murió nadie, al menos que yo sepa”, comenta la mujer en su relato. Con sencillez, pero con mucha carga emocional, narra cómo todos subieron al techo de una de las tres casas con placa en la comunidad y se quedaron allí toda la noche. Su historia es un reflejo de la fuerza y el ingenio de quienes, sin opciones, deben improvisar para sobrevivir.
A través de su mensaje a Laffita, y acompañando sus palabras con fotos de los daños que dejó el huracán, esta mujer describe cómo el ciclón arrasó con casi todas sus pertenencias. Ahora, después del desastre, ella y sus vecinos intentan sobrellevar la situación con lo poco que les queda. “Estamos comiendo galletas y algo de arroz y fongo (plátano)”, explica, mientras pide ayuda urgente, especialmente en alimentos. Además, denuncia la dificultad de acceder a víveres, pues “los carros que entran del Estado venden todo”, lo que vuelve casi imposible para los residentes comprar los productos que necesitan.
La vecina también agradece el apoyo de Laffita, reconociendo su labor en la visibilización de la situación que enfrenta la comunidad. “Todo es muy triste. Escribí a todos los que pude dentro y fuera de Cuba para que esto se sepa. Gracias por todo lo que haces por los más pobres de tu país. Bendiciones”, concluye en su mensaje, dejando ver el agradecimiento y la esperanza que todavía mantiene a pesar de las dificultades.
Para proteger la identidad de la vecina, Laffita transcribió su testimonio sin incluir detalles que pudieran revelar quién es, ya que esta mujer teme represalias. Este caso es solo uno de los muchos relatos de supervivencia que se han registrado en Imías y San Antonio del Sur, zonas gravemente afectadas donde los residentes se vieron obligados a buscar alternativas extremas para resguardarse de la fuerza del huracán Oscar, que azotó la región la noche del 20 de octubre.
La magnitud del desastre en Guantánamo ha sido devastadora: inundaciones masivas, deslaves y viviendas destruidas son parte de las secuelas del huracán. Las autoridades locales informaron que han evacuado a miles de personas, algunas de las cuales requerían atención médica de urgencia. Sin embargo, el balance de víctimas mortales y desaparecidos genera controversia entre los habitantes, quienes aseguran que las cifras oficiales —hasta ahora, siete fallecidos— no reflejan la verdadera magnitud de la tragedia.
Este testimonio es solo una muestra de la lucha de una comunidad que, a pesar de las circunstancias, no pierde la esperanza ni deja de buscar apoyo.