Anabel Figueroa, una cubana radicada en España, ha tocado un tema que resuena en el corazón de muchos emigrantes. A través de un video en TikTok, Anabel ha compartido su experiencia en la búsqueda de empleo, enfrentándose al rechazo y al menosprecio solo por ser extranjera. Su mensaje, que comienza como una reflexión personal, se convierte rápidamente en un abrazo solidario para todos aquellos que han pasado por lo mismo.
“Si eres emigrante como yo, si te han hecho sentir mal en el trabajo, si te han echado o descartado solo por tu origen, no estás sola ni solo. Nos ha pasado a todos”, comienza diciendo en su video. Sus palabras no solo describen el dolor y la frustración que pueden surgir de estos rechazos, sino que también ofrecen un consuelo, recordándonos que esta experiencia es más común de lo que muchos creen.
Anabel recuerda cómo, en su país de origen, tenía una carrera y era valorada por su talento y esfuerzo. Sin embargo, al llegar a España, la realidad fue distinta. El camino que imaginó se ha vuelto cuesta arriba, lleno de obstáculos y decepciones. “Si allí en tu país tenías tu empleo y te apreciaban por lo que eres, y aquí es muy diferente, no te sientas mal, nos ha pasado a todos”, expresa con sinceridad.
Y es que, para muchos emigrantes, el proceso de adaptación laboral puede ser una montaña rusa. Anabel menciona cómo algunos empleadores en el extranjero prometen oportunidades que luego no cumplen, dejándolos en una posición vulnerable. “Muchos confiamos en empleadores que nos venden sueños, solo para despedirnos al poco tiempo”, agrega en su mensaje.
A pesar de las dificultades, el mensaje de Anabel está lejos de ser pesimista. Con un toque de resiliencia y optimismo, invita a sus compatriotas y a todos los emigrantes a no rendirse, a levantarse y volver a buscar trabajo mañana mismo. “Para todos los que nos quieren denigrar por ser emigrantes, estudia un poco la historia de tu país, porque los tuyos también emigraron y fueron acogidos en otro lugar”, dice Anabel, dando una lección de empatía y perspectiva a quienes miran a los inmigrantes con prejuicios.
Finalmente, con un tono positivo y alentador, Anabel nos recuerda que los cubanos que emprenden en el mundo tienen mucho que ofrecer y demostrar. “Cabecita en alto que cubanos emprendiendo en el mundo queda mucho por demostrar”, concluye. Con estas palabras, Anabel no solo inspira a quienes atraviesan situaciones similares, sino que refuerza el espíritu de aquellos que, pese a los obstáculos, siguen adelante con esperanza.