La micro, pequeña y mediana empresa (Mipyme) Luna Internacional, ubicada en Santa Clara, acaba de recibir una sanción de 24.000 pesos cubanos (CUP). ¿La razón? Según las autoridades, “violar lo establecido”. Todo esto ocurrió después de que un periodista oficialista hiciera una denuncia en la emisora CMHW, señalando a este negocio privado por sus precios en productos importados. Esta delación desencadenó una redada de inspectores que no tardaron en llegar al establecimiento para hacer cumplir las normas.
Este suceso ha puesto el foco en cómo se aplican las normativas en Cuba. Mientras que las Mipymes parecen estar bajo una estricta vigilancia, las tiendas en Moneda Libremente Convertible (MLC), manejadas por el Estado, siguen operando sin inspecciones ni sanciones, a pesar de sus elevados márgenes de ganancia. Esto deja una gran interrogante: ¿hay un doble estándar en la economía cubana?
Las autoridades de Villa Clara señalaron que entre las “violaciones” encontradas en Luna Internacional estaba el cobro de un 6% adicional al precio regulado. Además, se detectó un tipo de cambio elevado, de hasta 340 CUP por dólar, y un 10% extra en las transacciones con tarjeta bancaria. Según el comunicado oficial, estos incrementos violan el Decreto Ley 91 de 2024, el cual regula precios y tarifas para proteger al consumidor. Con todo esto, la multa de 24.000 CUP fue impuesta en el acto, y el comunicado de Inspección Villa Clara se difundió como una advertencia a otros negocios.
Sin embargo, el mensaje no solo iba dirigido a las Mipymes. La Inspección de Villa Clara también llamó a la ciudadanía a ser “proactiva” y exigir sus derechos como consumidores, animando a las personas a denunciar irregularidades. Esto suena bien en teoría, pero, ¿realmente todos los comercios están bajo el mismo nivel de vigilancia?
Y es aquí donde surge una gran contradicción. El periodista Jesús Álvarez López, quien promovió la inspección contra Luna Internacional, fue muy crítico con las prácticas de precios de esta Mipyme. Sin embargo, en sus palabras no hubo mención alguna sobre las tiendas en MLC que operan sin control, manejadas por el Estado. Estos establecimientos venden productos a precios inaccesibles para la mayoría de los cubanos, quienes reciben su salario en CUP y rara vez tienen acceso a la moneda extranjera necesaria para comprar en MLC.
Para muchos, este “silencio” oficialista sobre las tiendas en MLC refleja una doble moral. Las Mipymes son multadas, inspeccionadas y castigadas públicamente por cada paso en falso, mientras que las tiendas estatales, con precios que exprimen el bolsillo de los cubanos, siguen sin ser fiscalizadas.
Entonces, ¿por qué este doble rasero? ¿Es una forma de desviar la atención de los problemas económicos más profundos del país, culpando a los negocios privados de la inflación y el encarecimiento de los productos? Para algunos, esta actitud refuerza la idea de que las Mipymes se han convertido en el “chivo expiatorio” de los problemas económicos, mientras que las tiendas MLC siguen enriqueciéndose sin ser molestadas.
Este caso deja claro que en Cuba no todos los comercios son tratados de la misma manera. La multa de 24.000 CUP a Luna Internacional no solo es una sanción aislada, sino un reflejo del doble estándar que afecta al sector privado.
