La reciente noticia de la muerte de un joven en Ciego de Ávila ha dejado en shock al humorista cubano Limay Blanco, quien lamentó profundamente la pérdida de su imitador. Según reportes preliminares, el joven habría fallecido de manera violenta, presuntamente durante una riña en la que se vio envuelto accidentalmente. Esta tragedia no solo deja un vacío para su familia y amigos, sino que también vuelve a poner en foco la creciente problemática de violencia en Cuba, que afecta a personas inocentes como este imitador.
Para Limay Blanco, esta pérdida tiene un significado especial. El humorista conoció al joven en 2021, cuando descubrió que alguien en Ciego de Ávila compartía con él un sorprendente parecido físico. La similitud asombró tanto a Blanco que, en tono de broma, llegó a decir que “tenía un hijo rega’o en alguna provincia.” Desde entonces, mantuvo una especie de vínculo con este seguidor, quien veía en Limay un modelo a seguir y en ocasiones lo imitaba públicamente.
La noticia de su muerte impactó al humorista, quien no dudó en expresar sus condolencias a través de redes sociales, enviando un mensaje a los allegados del joven: “Hermano, me acabo de enterar. Que Dios te tenga en la gloria. Mis condolencias para tu familia y amigos.”
El propio Limay Blanco respondió a sus seguidores, quienes preocupados, le preguntaron por las circunstancias de la muerte. Aunque no manejaba todos los detalles, Blanco compartió lo que le habían contado: “Me dijeron que lo mataron. Creo que en una bronca lo confundieron. Él era de Ciego de Ávila.” A pesar de la falta de información precisa, sus palabras reflejan el impacto que esta tragedia ha tenido en el humorista y en la comunidad que lo sigue.
Esta no es la primera vez que Limay Blanco se pronuncia sobre la creciente criminalidad y violencia en la Isla. En los últimos meses, el comediante ha utilizado sus redes sociales para expresar su preocupación sobre el deterioro de la seguridad en Cuba. En agosto de este año, relató la experiencia de un amigo cercano que fue víctima de un robo violento en el transporte público. Según contó Limay, el amigo viajaba en una guagua cuando alguien, usando una cuchilla, cortó su mochila para robarle el celular, llevándose consigo todos sus contactos y recuerdos almacenados.
La realidad que vive Limay Blanco es la misma que afecta a miles de cubanos, quienes, al igual que él, temen por su seguridad en situaciones cotidianas. En enero pasado, el humorista compartió en sus redes un encuentro sospechoso mientras conducía por la madrugada en la carretera hacia Alamar, en La Habana del Este. Blanco narró cómo, al ver a un hombre pidiendo ayuda al borde de la carretera, prefirió no detenerse para evitar posibles asaltos, situación común en las vías de Cuba.
A pesar de todo, Limay ha demostrado tener una fuerte creencia en la redención humana, como lo evidenció cuando decidió perdonar a un vecino que entró a su casa a robar. En vez de buscar venganza, Limay le ofreció ayuda económica al joven ladrón, impulsado por su fe en Dios. Este acto generó un debate en redes sociales, pero para Limay fue un ejemplo de que el perdón puede ser el camino hacia una Cuba más solidaria.
La muerte de su imitador trae consigo no solo el dolor de la pérdida, sino también la reflexión sobre la alarmante situación de inseguridad en Cuba, la cual no discrimina y cobra víctimas de todas las edades y contextos.