La polémica en torno a figuras públicas cubanas no da tregua, y en esta ocasión, el reguetonero Michael Sierra, conocido como El Micha, se encuentra en el ojo del huracán. Su reacción al ser cuestionado sobre la situación política en Cuba ha generado revuelo en redes sociales, en especial entre la comunidad cubana en el exilio. Este suceso tuvo lugar durante el funeral de su colega y amigo José Manuel Carvajal, conocido como El Taiger, quien falleció recientemente, conmocionando a la comunidad cubana en Miami.
El funeral de El Taiger se celebró el pasado 19 de octubre en la iglesia de San Lázaro en Hialeah, y atrajo a cientos de seguidores que se reunieron para despedir al artista. Desde tempranas horas, una larga fila de fanáticos y amigos se formó fuera del templo, reflejando el cariño y la admiración que muchos le tenían al difunto reguetonero. Sin embargo, en medio de este momento de duelo, surgió un momento inesperado que ha dado de qué hablar en las redes sociales.
El Micha, entre la multitud de personas, fue abordado por Chico de Barrio, un cantante urbano cubano y disidente que aprovechó la ocasión para plantearle una pregunta directa: «¿Consideras que Cuba es una dictadura?». La respuesta de El Micha fue inmediata, pero no en la forma que muchos esperaban; el artista se limitó a reírse y a descalificar la pregunta, diciendo que era “una estupidez”. Esta reacción generó rápidamente una ola de críticas, especialmente de quienes esperaban que figuras públicas como él adoptaran una postura clara respecto a la situación en la Isla.
La actitud de El Micha en ese momento no es un hecho aislado. En diversas ocasiones, el reguetonero ha mantenido una posición ambigua respecto al régimen cubano, una postura que muchos consideran de evasión. Aunque reside en Miami, ha evitado realizar comentarios negativos sobre el gobierno cubano y, a diferencia de otros artistas del exilio, continúa manteniendo una relación cercana con las autoridades de la Isla. Este vínculo le ha permitido seguir realizando presentaciones y proyectos en Cuba, algo que ha sido motivo de críticas por parte de quienes exigen un pronunciamiento claro ante la crisis.
Cabe destacar que el encuentro con Chico de Barrio sucedió mientras Cuba enfrentaba un colapso en el sistema eléctrico nacional, que dejó a muchas regiones de la Isla sin electricidad por más de 36 horas. Este contexto ha añadido tensión a la situación, pues mientras los cubanos en la Isla enfrentaban apagones prolongados, El Micha se mantenía indiferente y sin expresarse al respecto. En el pasado, incluso, llegó a declarar que los apagones “no le molestan”, un comentario que amplifica la percepción de indiferencia ante el sufrimiento que la crisis energética provoca en la población cubana.
La amistad entre El Micha y El Taiger siempre estuvo marcada por la decisión de ambos de seguir visitando y trabajando en Cuba, pese a la controversia que eso generaba entre algunos sectores del exilio cubano. De hecho, el propio Taiger había defendido a El Micha en situaciones pasadas, como cuando el reguetonero abandonó un set de televisión tras ser cuestionado sobre temas políticos relacionados con la Isla.
El fallecimiento de El Taiger ha dejado una profunda tristeza en la comunidad cubana en Miami, pero también ha reabierto debates acerca del rol de los artistas y figuras públicas en temas sociales y políticos. La actitud de El Micha durante el funeral, lejos de pasar desapercibida, ha generado un malestar que refleja la expectativa de la comunidad por un pronunciamiento firme sobre la situación en Cuba. Para muchos, la risa al ser cuestionado sobre si Cuba es una dictadura es una señal clara de la incomodidad que el tema aún genera.
Finalmente, el funeral de El Taiger no solo fue un acto de despedida para un querido artista, sino también un recordatorio de las profundas divisiones y tensiones que persisten entre quienes eligen expresar una postura clara ante la realidad cubana y aquellos que prefieren evitarlo. La situación en Cuba sigue siendo un tema incómodo y divisorio, incluso en momentos tan significativos como el último adiós a una figura tan emblemática para la comunidad cubana en Miami.