En el vibrante corazón de la Calle Ocho de Miami, un nuevo mural se ha levantado para honrar la memoria de El Taiger, el reguetonero cubano que dejó una huella imborrable en la música urbana. Esta obra, llevada a cabo por el pintor emergente Reinier Villa Herrera y diseñada por el experimentado Rigo León, no solo es un tributo al artista fallecido el 10 de octubre, sino un mensaje de amor, paz y respeto hacia su familia y seguidores. “Es un homenaje a sus hijos y familiares que lloran su partida y su salud mental”, compartió León en sus redes sociales, abriendo el corazón de quienes trabajaron en esta creación tan significativa.
Rigo León, conocido por su trabajo en murales en la comunidad cubanoamericana, usó su perfil de Instagram para contar cómo surgió la idea del mural y el simbolismo que se esconde tras cada pincelada. Este proyecto no fue un simple encargo artístico: fue una manera de inmortalizar a José, nombre de pila de El Taiger, en un espacio que él solía frecuentar y disfrutar, el icónico local El Santo en la Calle Ocho. Fue aquí donde León, con el apoyo del joven Villa Herrera, encontró la manera perfecta de rendirle homenaje a un amigo y colega querido, logrando que la esencia del reguetonero quedara para siempre en un lugar emblemático de la ciudad.
La inspiración para el mural surgió días después de la partida de El Taiger. León relató que fue Nelson Martínez, amigo en común y colaborador de años, quien lo llamó con la propuesta de crear el mural. “Con mucho dolor y empatía, mi hermano Nelson me pidió que pintara un mural en su honor”, compartió. Aunque Rigo tenía planes de viaje, decidió diseñar la obra antes de partir, y delegó la ejecución en Reinier Villa, un talentoso artista joven con quien ya había trabajado y que también era fan de la música de El Taiger. “Reinier plasmó con detalle el diseño; estoy agradecido y orgulloso por el amor que dedicó y la rapidez con la que lo hizo”, comentó Rigo, emocionado al ver el resultado final.
El mural, además de mostrar el rostro sonriente de El Taiger, incluye detalles muy personales como las siglas “LBMA” y la frase “La tranka de Cuba”, símbolos que reflejan su identidad y el impacto que tuvo en la música cubana. León también expresó un mensaje conmovedor en relación con la pérdida de seres queridos, sin importar las circunstancias: “Es triste ver a un amigo o familiar partir. Todos somos iguales bajo los ojos de Dios, y nadie está en posición de juzgar. Que Dios lo tenga en la gloria y le conceda un corazón puro”.
Este homenaje ha sido recibido con entusiasmo y emoción por parte de los fanáticos de El Taiger. Amigos, colegas y admiradores del artista han acudido al lugar para dejar sus firmas y mensajes de cariño en el mural, creando un espacio lleno de recuerdos y muestras de afecto para el reguetonero. La Calle Ocho, un sitio donde se respira la cultura cubana, ahora alberga un trozo más de su historia, convirtiéndose en un santuario para aquellos que buscan recordar al artista y rendir tributo a su legado musical y personal.